Página 24 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
juicio, y para desacreditar la grandiosa verdad probatoria para este
tiempo...
Jamás hubo otra época como ésta, cuando la verdad haya sufrido
más por haber sido desfigurada, rebajada y desacreditada mediante
las perversas discusiones de los hombres. Hay quienes se han in-
troducido con su masa heterogénea de herejías que presentan como
oráculos delante del pueblo. Y la gente queda encantada con alguna
cosa nueva y extraña, y no obra con sabiduría y experiencia para
discernir el carácter de las ideas que se le presentan como algo valio-
so. Pero el hecho de atribuirles gran importancia y de relacionarlas
con los oráculos de Dios, no las convierte en verdad. ¡Oh, cómo
constituye un reproche esta situación por la baja norma de piedad
que impera en las iglesias!
Hombres que desean presentar alguna cosa original ensamblarán
cosas nuevas y extrañas, y sin ninguna clase de miramientos avan-
zarán con esas especulaciones inestables, que han sido entretejidas
[16]
hasta darles la forma de una teoría valiosa, para ofrecerlas como una
cuestión de vida o muerte.—
Carta 136a, 1898
.
Necesidad de un discernimiento lúcido
A medida que nos aproximamos al tiempo cuando los princi-
pados, las potestades y las huestes espirituales de maldad en las
regiones celestiales se confabularán para luchar contra la verdad,
cuando el poder engañador de Satanás será tan grande que engañará
a los mismos escogidos, si tal cosa fuese posible, debemos permitir
que el esclarecimiento divino agudice nuestro discernimiento, para
que reconozcamos al Espíritu que es de Dios, y para que no ignore-
mos los artificios de Satanás. El esfuerzo humano debe unirse con
el poder divino para que estemos en condiciones de cumplir la obra
final para este tiempo.
Cristo utiliza el viento como un símbolo del Espíritu de Dios. Así
como éste sopla desde donde quiere y no podemos decir de dónde
viene ni hacia dónde va, también ocurre lo propio con el Espíritu de
Dios. No sabemos mediante quién se manifestará.
Pero no hablo mis propias palabras cuando digo que el Espíritu
de Dios pasará por alto a los que han tenido su día de prueba y
oportunidad, pero que no han distinguido la voz de Dios ni apreciado