Página 252 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
ella”.
Mateo 7:13
. “En el mundo tendréis aflicción”.
Juan 16:33
.
El apóstol se hace eco de las palabras de Cristo: “Es necesario que
a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
Hechos 14:22
. Bien, ¿es el aspecto desanimador el que debemos
mantener delante de los ojos de la mente?...
Reunid todas las promesas
Este es Jesús, la vida de toda gracia, la vida de toda promesa, la
vida de todo rito y la vida de toda bendición. Jesús es la sustancia, la
gloria, la fragancia y la vida misma. “El que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Juan 8:12
. Por lo tanto,
el camino real que se ha dado a los redimidos para que anden por él
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no constituye tinieblas desanimadoras. Si no fuera por Jesús, nuestro
peregrinaje verdaderamente sería solitario y doloroso. El dice: “No
os dejaré huérfanos”.
Juan 14:18
. Por lo tanto reunamos todas las
preciosas promesas. Repitámoslas durante el día y meditemos en
ellas durante la noche, y estemos gozosos.
“En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te
enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. He
aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi
fortaleza y mi canción es Jah Jehová, quien ha sido salvación para
mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis
en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres
en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido.
Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea
sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de
Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel”.
Isaías
12:1-6
.
¿No es éste en verdad un camino real por donde viajamos, esta-
blecido para que anden los redimidos del Señor? ¿Podría habérseles
proporcionado una senda mejor? ¿Un camino mejor? ¡No! ¡No!
Por lo tanto practiquemos la instrucción dada. Veamos a nuestro
Salvador como nuestro refugio, como nuestro escudo en la mano
derecha para defendernos de los dardos de Satanás.
Nos asaltarán las tentaciones, y nos oprimirán las preocupaciones
y las tinieblas. Cuando el corazón y la carne están listos para flaquear,
¿quién nos rodea con sus brazos eternos? ¿Quién pone en práctica la