Seguridad para los que encaran la muerte
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Palabra de Dios. Estoy agradecida porque ambos os presentáis como
humildes buscadores del perdón de vuestros pecados. Este es vuestro
privilegio. No seáis incrédulos.
Nuestro precioso Salvador ha dado su vida por los pecados del
mundo, y ha prometido salvar a todos los que acudan a él. “Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna”.
Juan 3:16
. Estas son las condiciones para obtener la vida
eterna. Cumplid con ellas y vuestra esperanza será segura, ya sea
que viváis o muráis. Confiad en el Redentor que salva a las almas.
Echad sobre él vuestra alma desvalida, y él la aceptará, la bendecirá
y la salvará. Tan sólo creed. Recibidlo de todo corazón, y sabed
que él desea que ganéis la corona de la vida. Que ésta sea vuestra
petición más grande y más fervorosa. Entregaos por completo, y él
os limpiará de toda contaminación, y os convertirá en vasos para
honra. Podéis ser emblanquecidos en la sangre del Cordero. Así
ganaréis la victoria... Manteneos firmes en la fe.—
Carta 45, 1905
.
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Palabras para un ministro que moría de cáncer
No lo olvidamos; lo recordamos en nuestras oraciones en el culto
de la familia. Permanezco despierta por las noches orando al Señor
por Ud.
Oh, me siento tan triste por Ud. Continuaré orando para que
reciba la bendición de Dios. El no lo dejará sin consuelo. Este
mundo importa poco, pero mis queridos hermano y hermana, Jesús
dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
Mateo 7:7
. Ruego para que esta promesa se cumpla para vosotros...
Hermano mío, una noche me pareció estar inclinada sobre Ud.,
diciéndole: “Tan solo un poquito más, tan sólo un poco más de dolor,
unas pocas horas más de sufrimiento, y luego el descanso, el bendito
descanso. Ud., particularmente, encontrará paz. Toda la humanidad
debe ser probada. Todos debemos beber la copa y recibir el bautismo
de aflicción. Pero Cristo probó la muerte más cruel en beneficio de
cada ser humano. El sabe cómo compadecerse y simpatizar. Tan
sólo descanse en sus brazos; él lo ama y lo ha redimido con su amor
eterno. Sea fiel hasta la muerte, y recibirá la corona de la vida.