Página 29 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Advertencias contra las enseñanzas sensacionales y la religión emocional
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A un lado y a otro existen peligros contra los cuales hay que
precaverse. Habrá personas sin experiencia, recién llegadas a la
fe, que necesitarán ser fortalecidas y recibir un ejemplo correcto.
Algunos no utilizarán debidamente la doctrina de la justificación por
la fe, sino que la presentarán en forma unilateral.
Otros tomarán las ideas que no se han presentado correctamen-
te, y llevarán las cosas a un extremo, sin considerar el papel que
desempeñan las obras.
La fe genuina siempre obra impulsada por el amor. Cuando
miráis el Calvario, no lo hacéis para tranquilizar vuestra alma en el
incumplimiento de vuestro deber, ni para disponeros a dormir, sino
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para generar fe en Jesús, una fe que obrará purificando el alma del
fango del egoísmo. Cuando nos aferramos a Cristo por la fe, nuestra
obra acaba de comenzar. Cada hombre tiene hábitos corrompidos y
pecaminosos que deben ser vencidos mediante una lucha vigorosa.
Cada alma tiene que pelear la batalla de la fe. El que es seguidor
de Cristo no puede actuar con falta de honradez en los negocios;
no puede ser insensible ni carecer de simpatía. No puede hablar
con aspereza. No puede estar lleno de ostentación y amor propio.
No puede ser dominante ni emplear palabras ásperas, y censurar y
condenar.
La obra de amor surge de la acción de la fe. La religión de la
Biblia significa trabajo constante. “Así alumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen
a vuestro Padre que está en los cielos”.
Mateo 5:16
. Obrad vuestra
propia salvación con temor y temblor, porque es Dios el que obra
en vosotros tanto el querer como el hacer su buena voluntad. Debe-
mos buscar celosamente las buenas obras, y debemos mantenerlas
cuidadosamente. Y el Testigo fiel dice: “Yo conozco tus obras”.
Apocalipsis 2:2
.
Si bien es verdad que nuestras múltiples actividades no nos
asegurarán la salvación por sí mismas, también es cierto que la fe
que nos une con Cristo estimulará el alma a la actividad.
Los que carecen de tiempo para prestar atención a sus propias
almas, para examinarse a sí mismos diariamente a fin de ver si están
en el amor de Dios, y para colocarse en los conductos por donde fluye
la luz, tendrán tiempo para ponerlo a disposición de las sugestiones
de Satanás y dedicarlo a la realización de sus planes.