Página 328 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
Ningún lugar es inadecuado para orar
No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No
hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente
oración. En medio de las multitudes de las calles o en medio de una
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sesión de nuestros negocios, podemos elevar a Dios una oración e
implorar la dirección divina, como lo hizo Nehemías cuando pre-
sentó una petición delante del rey Artajerjes.—
El Camino a Cristo,
99
.
Podemos comulgar con Dios en nuestros corazones; podemos
andar en compañerismo con Jesús. Mientras atendemos a nuestro
trabajo diario, podemos exhalar el deseo de nuestro corazón, sin que
lo oiga oído humano alguno; pero aquella palabra no puede perderse
en el silencio, ni puede caer en el olvido. Nada puede ahogar el deseo
del alma. Se eleva por encima del trajín de la calle, por encima del
ruido de la maquinaria. Es a Dios a quien hablamos, y él oye nuestra
oración.—
Obreros Evangélicos, 271
.
No siempre es necesario arrodillarse para orar. Cultivad la cos-
tumbre de conversar con el Salvador cuando estéis solos, cuando
andéis o estéis ocupados en vuestro trabajo cotidiano.—
El Ministe-
rio de Curación, 408
.
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