Página 352 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
veo nada en la Palabra de Dios que requiera que ella se separe de él.
Como Ud. ha pedido mi consejo, se lo doy sin reserva.—
Carta 50,
1895
.
Consejo dado a una mujer joven que pensaba casarse con un
divorciado
[
En este caso, el Hno. L había abandonado a su esposa y a su
familia, y se había ido a un país distante, dejando que el padre de su
esposa atendiera las necesidades de ella y de sus hijos. Su esposa,
a su debido tiempo, pidió el divorcio presentando como razón el
abandono del hogar por parte de su marido. Antes de que el divorcio
fuese concedido, él comenzó a cortejar a la joven a quien se dirige
este mensaje.—
Los compiladores
.
]
El cónyuge culpable no tiene derecho de volver a casarse
Considerando su caso en relación con L, no tengo otro consejo
que darle fuera del que ya le he dado. Considero que Ud. no tiene
derecho moral de casarse con L, y que él no tiene derecho moral de
casarse con Ud. Abandonó a su esposa después de someterla a gran-
des padecimientos. Abandonó a la persona a quien había prometido
delante de Dios amar y alimentar mientras ambos viviesen. Antes de
que ella obtuviese su divorcio, cuando aún era legalmente su esposa,
él la abandonó durante tres años, y finalmente la dejó del todo, y le
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manifestó su amor a Ud. Ud. ha estado en tratativas con un hombre
casado mientras él estaba legalmente unido a la mujer con quien se
casó, y con quien ha tenido dos hijos.
No veo ni una partícula de indulgencia en la Escritura aplicable a
vosotros dos para alentaros a contraer matrimonio, aunque la esposa
de él esté divorciada. Con referencia a las provocaciones a que él ha
sometido a su esposa, ha sido principalmente la conducta de él la
que ha producido este resultado, y por lo tanto yo también considero
que él no tiene derecho legal de unir sus intereses con los suyos, o
que Ud. tenga derecho de unir sus intereses con los de él...
Estoy asombrada debido a que Ud. haya podido dedicar atención
a tal asunto, y dirigir sus afectos a un hombre casado que ha dejado
a su mujer y a sus hijos en tales circunstancias. Le aconsejo que
someta sus pensamientos y sus planes concernientes a este asunto a