Página 369 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Una invitación a vivir en el campo
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Dios ha advertido una vez tras otra que nuestras escuelas, casas
editoras y sanatorios deben establecerse fuera de la ciudad, donde
pueda enseñarse a los jóvenes con la mayor eficacia posible qué es
la verdad. Que nadie procure utilizar los Testimonios para respaldar
el establecimiento de grandes intereses comerciales en las ciudades.
No invalidéis la luz que ha sido dada acerca de este asunto.
Se presentarán hombres que hablarán cosas perversas para con-
trarrestar las acciones que el Señor está induciendo a sus siervos a
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realizar. Pero ya es tiempo de que los hombres y las mujeres razonen
partiendo de las causas para llegar a los efectos. Es demasiado tarde,
sí, demasiado tarde para establecer grandes firmas comerciales en
las ciudades; es demasiado tarde para llamar a hombres y mujeres
jóvenes del campo para que vayan a las ciudades. En las ciudades
están surgiendo condiciones que harán muy difícil que los que per-
tenecen a nuestra fe permanezcan en ellas. Por lo tanto será un gran
error invertir dinero en establecimientos comerciales en las ciudades
(Manuscrito 76, 1905).
Hay que trabajar en favor de las ciudades desde puestos de
avanzada
Hasta donde sea posible, nuestras instituciones deberían estar
situadas lejos de las ciudades. Debemos tener obreros para esas ins-
tituciones, y si éstas están ubicadas en las ciudades, eso significa que
las familias de nuestro pueblo deben establecerse en ellas. Pero no
es la voluntad de Dios que las familias de su pueblo se establezcan
en las ciudades, donde hay perturbaciones y confusión constantes.
Hay que evitar esto para sus hijos, porque todo el sistema está co-
rrompido por el apresuramiento, la prisa y el ruido. El Señor quiere
que las familias de su pueblo se trasladen al campo donde puedan
poner su casa en la tierra, y cultivar sus propios frutales y verduras,
y donde sus hijos puedan estar en contacto directo con las obras de
Dios manifestadas en la naturaleza. Llevad a vuestras familias lejos
de las ciudades, es mi mensaje.
Hay que hablar la verdad, ya sea que los hombres la escuchen o
no. Las ciudades están llenas de tentaciones. Deberíamos planear
nuestra obra de tal manera que podamos mantener a nuestros jóvenes
tan lejos como sea posible de esa contaminación.