Página 368 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
las escenas de la naturaleza, las obras del Creador, y al estudiar la
obra de la mano de Dios, seréis transformados imperceptiblemente
a la misma imagen” (Manuscrito 85, 1908).
No esperéis que un milagro deshaga los resultados de una
conducta impropia
Cada vez que veo estas flores pienso en el Edén. Constituyen
una expresión del amor de Dios hacia nosotros. Así es como él nos
proporciona en este mundo un goce anticipado del Edén. Quiere que
nos deleitemos en las cosas hermosas de su creación, y que veamos
en ellas una expresión de lo que él hará por nosotros.
Desea que vivamos con amplitud de espacio. Su pueblo no debe
aglomerarse en las ciudades. El quiere que sus hijos lleven a sus
familias fuera de las ciudades a fin de prepararlas mejor para la vida
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eterna. En un poco de tiempo más tendrán que abandonarlas.
Estas ciudades están llenas de toda clase de impiedad: huelgas,
asesinatos y suicidios. Satanás está en ellas y domina a los hombres
en su obra destructiva. Bajo su influencia matan por el placer de
matar, y harán esto cada vez más...
Si nos colocamos bajo influencias objetables, ¿podemos esperar
que Dios realice un milagro para deshacer los resultados de una
conducta impropia? Por cierto que no. Salid de las ciudades tan
pronto como sea posible, y adquirid una porción de tierra donde
podáis tener un huerto, donde vuestros hijos puedan ver crecer las
flores y aprender de ellas lecciones de sencillez y pureza.—
General
Conference Bulletin [Boletín de la Asociación General], 30 de marzo
de 1903
.
Las instituciones deben ubicarse en una zona rural
Todavía se da esta instrucción: “Salid de las ciudades. Estable-
ced vuestros sanatorios, escuelas y oficinas lejos de los centros de
población”. Ahora hay muchos que prefieren quedar en las ciudades,
pero dentro de poco llegará el tiempo cuando todos los que deseen
evitar ver y oír el mal se trasladarán al campo, porque la maldad y la
corrupción aumentarán a tal grado que la atmósfera misma de las
ciudades parecerá estar contaminada.—
Carta 26, 1907
.