Página 403 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Las columnas de nuestra fe
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se encargue de su propia obra.—
The Review and Herald, 20 de
septiembre de 1892
.
“Mi mano está en el timón”
La venida del Señor está más cerca que cuando creímos por
primera vez. ¡Cuan maravilloso es pensar que la gran controversia
se aproxima a su fin! Al final de la obra nos encontraremos con
peligros que no sabremos cómo superar; pero no olvidemos que los
tres grandes poderes del cielo están obrando, que una mano divina
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está en el timón, y que Dios hará que sus propósitos se cumplan.
Reunirá del mundo a un pueblo que le servirá en justicia.
Tremendos peligros aguardan a los que tienen responsabilidades
en la obra del Señor: peligros que me hacen temblar cuando pienso
en ellos. Pero se nos dice: “Mi mano está en el timón, y llevaré a
cabo el plan divino en mi providencia”.—
The Review and Herald, 5
de mayo de 1903
.
Los juicios de Dios
Nos esperan tiempos turbulentos. Los juicios de Dios están en la
tierra. Las calamidades ocurren en rápida sucesión. Dios pronto se
levantará de su lugar para sacudir la tierra en forma terrible, y para
castigar a sus habitantes debido a su iniquidad. Luego se manifestará
en favor de su pueblo y los circundará con su cuidado protector. Los
rodeará con sus brazos eternos para librarlos de todo daño.—
The
Review and Herald, 14 de abril de 1904
.
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