Página 44 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
Como resultado de movimientos fanáticos tales como los que he
descrito, personas que no tenían ninguna responsabilidad en ellos,
han perdido la razón, en algunos casos. No pudieron armonizar
las escenas de excitación y tumulto con su preciosa experiencia
pasada; fueron presionados desmesuradamente para que aceptaran
el mensaje de error; se les hizo creer que a menos que lo hicieran, se
perderían; y como resultado de todo esto, su mente se desequilibró,
y algunos llegaron a ser dementes. Estas cosas arrojan un baldón
sobre la causa de la verdad y estorban la proclamación del mensaje
final de misericordia para el mundo.
La algarabía no es evidencia de santificación
La forma como se han celebrado las reuniones en Indiana, con
ruido y confusión, no las recomienda a las mentes concienzudas e
inteligentes. Estas demostraciones no contienen nada capaz de con-
vencer al mundo de que poseemos la verdad. El ruido y el alboroto
en sí mismos no constituyen ninguna evidencia en favor de la santi-
ficación, o del descenso del Espíritu Santo. Vuestras demostraciones
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extravagantes crean únicamente disgusto en las mentes de los no
creyentes. Cuanto menos haya de esta clase de demostraciones, tanto
mejor será para los participantes y para el pueblo en general.
El fanatismo, una vez que ha comenzado y se ha dejado sin
control, es tan difícil de apagar como un fuego que se ha posesio-
nado de un edificio. Los que han tenido una conducta extremista
y han sustentado este fanatismo, habrían hecho muchísimo mejor
en dedicarse a trabajos seculares, porque mediante su conducta in-
consecuente están deshonrando al Señor y poniendo en peligro a su
pueblo. Surgirán muchos movimientos semejantes en este tiempo
cuando la obra del Señor debería estar en una condición elevada y
pura, y no adulterada con supersticiones y fábulas. Debemos estar
en guardia a fin de mantener una estrecha comunión con Cristo y
para no ser engañados por las artimañas de Satanás.
El Señor quiere que sus servicios se caractericen por el orden
y la disciplina, y no por la agitación y la confusión. No estamos
ahora en condiciones de describir con exactitud las escenas que
ocurrirán en nuestro mundo en el futuro, pero sí sabemos que éste
es un tiempo cuando debemos velar y orar, porque el gran día del