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Mensajes Selectos Tomo 2
Estos pasajes recuerdan constantemente a la iglesia cuál debe
ser la influencia del hogar. La Sra. de White instó a los que pensaban
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unirse en matrimonio a considerar seriamente la influencia de la
unión que esperaban realizar. Los contrayentes debían dejar de
lado el egoísmo, la codicia y las decisiones carentes de perspicacia.
(Véase la nota de pie de página.) Exhortó a hombres y mujeres
que planeaban casarse a “distinguir entre lo que es agradable y lo
que es provechoso”.
Carta 4, 1901
. Observó que “de la hora de su
casamiento data para muchos hombres y mujeres el éxito o el fracaso
en esta vida, así como sus esperanzas para la venidera”.—
EEl hogar
adventista, 34
.
La sierva del Señor sostuvo que la compatibilidad tiene una
importancia fundamental en la felicidad del matrimonio. Escribió,
además, que “una vida miserable” puede ser el resultado de una
unión de dos personas “que no se adaptan el uno al otro”.
Historia
de los Patriarcas y Profetas, 187
. En un mensaje dirigido a los
jóvenes, ella declaró: “Hoy está el mundo lleno de miserias y pecado
a consecuencia de los matrimonios mal concertados. En muchos
casos se requieren sólo pocos meses para que el esposo o la esposa
se percaten de que sus temperamentos nunca podrán armonizar y el
resultado es que reina en el hogar la discordia, cuando sólo deberían
existir el amor y la armonía del cielo”.—
Mensajes para los Jóvenes,
450
.
Ella advirtió contra la “gran disparidad de edad” entre los que
pensaban casarse, la que podía acarrear “una grave alteración de
salud para el más joven”, y podía perjudicar a los hijos, en su vigor
físico e intelectual”.—
El Ministerio de Curación, 276
.
La Sra. de White destacó como factor importante el estado de
salud de los que piensan casarse. “Hombres enfermos con frecuencia
han ganado los afectos de mujeres que aparentemente estaban sanas,
y porque se amaban mutuamente se sentían con total libertad de
casarse, sin que uno ni otro considerasen que mediante su unión la
esposa tendría que soportar sufrimiento a causa de la enfermedad
del marido”. Y a continuación ella lleva este asunto a su conclusión
lógica: “Si esto afectase únicamente a los que participan en el ma-
trimonio, el pecado no sería tan grande. Pero obligan a sus hijos a
sufrir a causa de las enfermedades que les transmiten” (Véase la
página 487 de este tomo de MENSAJES SELECTOS).