Página 61 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Los milagros no son una prueba del favor de Dios
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días obrará con señales y maravillas mentirosas. Y continuará esas
maravillas hasta que termine el tiempo de gracia, a fin de poder
señalarlas como evidencias de que es un ángel de luz y no de las
tinieblas.
Hermanos, debemos precavernos contra la pretendida santidad
que permite la transgresión de la ley de Dios. Los que pisotean
esa ley no pueden estar santificados, ni los que se juzgan mediante
una norma de su propia invención.—
The Review and Herald, 17 de
noviembre de 1885
.
Abarcarán todo el mundo
Estamos entrando directamente en el tiempo cuando Satanás ha
de trabajar con toda clase de influencias subyugadoras, y los que
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ahora se dejen entrampar por ellas, o les presten la menor atención,
se expondrán a ser arrastrados inmediatamente a desempeñar una
parte con el diablo. Los ángeles malignos están trabajando todo
el tiempo sobre los corazones de los seres humanos. Satanás está
trabajando con todos aquellos que no están bajo el dominio del
Espíritu de Dios. Las maravillas mentirosas del diablo son las que
cautivarán al mundo, porque hasta hará descender fuego del cielo
ante la vista de los hombres. Realizará milagros, y este maravilloso
poder obrador de milagros abarcará todo el mundo. Ahora tan sólo
está comenzando.
Quiero deciros otra cosa. Los vasos de la ira de Dios están llenos
y ya caen las primeras gotas que se desbordan. ¿Por qué no lo
advertimos? Se debe a que la luz de la verdad no hace efecto en el
corazón. El Espíritu de Dios está siendo retirado del mundo.
Oís hablar de calamidades que ocurren en la tierra y en el mar, y
éstas aumentan constantemente. ¿Qué ocurre? El Espíritu de Dios
está siendo retirado de aquellos que tienen en sus manos las vidas
humanas, y Satanás se apresura a controlarlos, porque ellos se entre-
gan a su dominio. Los que profesan ser hijos de Dios no se colocan
bajo la dirección de los ángeles celestiales, y como Satanás es un
destructor, obra mediante esos hombres y ellos cometen errores; con
frecuencia se embriagan y debido a la intemperancia, muchas veces
traen sobre nosotros estas terribles calamidades.