Página 94 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
Ud. no tiene fe verdadera en los testimonios. Si la tuviera, habría
aceptado a aquellos que señalan su engaño. Ud. ha estado bebiendo
en fuentes contaminadas...
Ud. ha estado preparado para aceptar las sugerencias de Satanás
de dar al mundo algo nuevo, insólito y sorprendente, algo opuesto
a la posición que nuestro pueblo ha sostenido durante tanto tiempo
como la verdad. Las falsas manifestaciones de su hija lo han excitado
a Ud. a tal punto que se ha sentido llamado a realizar una gran obra.
Se ha sentido halagado y se ha convertido en un instrumento del
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enemigo para producir resultados que Ud. es incapaz de estimar. Ha
publicado herejías y teorías cuyo único efecto consiste en estimular
la animosidad. El resultado es lamentable para su familia y para
todos los que simpatizan con las falsas teorías que Ud. ha propuesto.
Hno. Garmire, hay una obra que Ud. debe realizar para sí mismo, y
que nadie puede hacer en su lugar, y consiste en humillar su corazón
delante de Dios, en confesar sus pecados y en ser convertido.
La crítica y sus frutos
El Señor tiene un pueblo, y lo está guiando. Aunque en la iglesia
hay cosas que no son correctas, Jesús no lo ha puesto a Ud. en el
timón para guiar a la iglesia. A menos que cambie su actitud, Ud. no
podrá salvarse. “Arrepiéntete, y haz las primeras obras” (
Apocalipsis
2:5
), es la única condición bajo la cual Dios puede restaurarlo a su
favor. Dios primero hace penitente a quien perdona. Es necesario
que se realice en su caso la obra genuina que el Espíritu Santo de
Dios efectúa en el corazón, si es que Ud. ha de ser rescatado de la
trampa del enemigo. Tengo muy poca esperanza en su caso, porque
sus principios están corrompidos. Ud. es un hombre de carácter
engañoso, y sin embargo se atribuye grandes cosas.
Satanás ha logrado hacerle creer que Ud. ha sido elegido por Dios
para desempeñar una parte especial como una persona destacada
en relación con el mensaje del tercer ángel, al ser proclamado con
poder. Pero Ud. no está en armonía con Dios, y Dios no puede
contribuir a propagar el error. Ud. saca el mejor partido posible de
los errores que advierte en los hombres responsables de la iglesia,
y se aprovecha de los reproches dados a ellos, debido a que esas
personas no armonizan con Ud. ni consideran correcta la experiencia