Página 141 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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El caso de Ana More
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en la clara luz, sus corazones se habrían ido tras esa solitaria ex-
tranjera. Sus oraciones, sus lágrimas, su pesar al ver que no se abría
una vía de servicio para ella, han sido vistos y oídos en el Cielo.
El Señor le ofreció a sus hijos una ayudante talentosa, pero ellos
estaban ricos y enriquecidos, y no necesitaban de nada. Se apartaron
de una bendición muy preciosa, y la rechazaron, y ya van a sentir
su necesidad de ella. Si el Hno. E hubiera permanecido en la clara
luz de Dios, y hubiera estado imbuido de su Espíritu cuando se le
dio a conocer a esta sierva de Jesús, solitaria, sin hogar, y sedienta
de trabajar para su Maestro, su espíritu habría respondido al de ella
como el rostro que se refleja en la imagen que aparece en el espejo;
su corazón se habría sentido atraído por esta discípula de Cristo, y la
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habría comprendido. Lo mismo ocurrió con la iglesia. Han padecido
de tal ceguera espiritual que se han olvidado del sonido de la voz
del verdadero Pastor, y estaban siguiendo la voz de un extraño, que
los estaba apartando del redil de Cristo.
Muchos consideran la gran obra que debe llevar a cabo el pueblo
de Dios, y sus oraciones se elevan en súplica de ayuda para la gran
cosecha. Pero si la ayuda no viene exactamente como la esperan, no
la reciben y se apartan de ella así como la nación judía se apartó de
Cristo desilusionada por la forma como apareció. Su advenimiento
fue caracterizado por mucha pobreza y humildad, y en su orgullo
rechazaron al que había venido para darles vida. En este aspecto
Dios quiere que los miembros de la iglesia humillen sus corazones,
y vean la gran necesidad de corregir su manera de vivir delante de
él, no sea que venga para juzgarlos. Muchos de los que profesan
piedad hacen del adorno exterior algo mucho más importante que el
adorno interior. Si la iglesia se hubiera humillado delante del Señor,
y hubiera corregido tan plenamente sus errores pasados como para
comprender su voluntad, no sería tan deficiente en su capacidad de
evaluar la excelencia moral del carácter de una persona.
La luz de la Hna. Ana More se ha extinguido en circunstancias
que podría estar brillando para iluminar el camino de muchos que
avanzan por los senderos entenebrecidos del error y la rebelión. Dios
invita a la iglesia a despertarse de este sopor, para inquirir con fervor
profundo cuál es la causa de este autoengaño que se manifiesta entre
profesos cristianos cuyos nombres están anotados en los registros
de la iglesia. Satanás los está engañando y estafando en este gran