Página 17 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Resumen de mi experiencia
Desde el 7 de febrero hasta el 20 de mayo de 1868
Después de llegar a casa, cuando dejamos de sentir la influencia
inspiradora de los viajes y el trabajo, comenzamos a sentir más in-
tensamente el cansancio producido por las labores de nuestra gira
por el este. Muchos me instaban por carta que les escribiera acerca
de lo que les había contado con respecto a lo que el Señor me había
mostrado concerniente a ellos. Y había muchos otros, con quienes
no había hablado, cuyos casos eran tan urgentes e importantes como
los otros. Pero en vista de que estaba tan cansada, la tarea de escri-
bir tanto me parecía más de lo que podía soportar. Me invadió un
sentimiento de desánimo, y me sumergí en un estado de debilidad, y
permanecí en esa condición varios días, y a menudo me desmayé. En
ese estado físico y mental puse en tela de juicio mi deber de escribir
tanto, a tantas personas, algunas de las cuales eran muy indignas.
Me pareció que en este asunto había alguna falla por alguna parte.
En la tarde del 5 de febrero el hermano Andrews habló a la gente
en nuestro salón de cultos. Pero la mayor parte de esa tarde yo estaba
semidesmayada y sin aliento, sostenida por mi esposo. Cuando el
hermano Andrews regresó de la reunión, tuvieron unos momentos
especiales de oración por mí, y experimenté cierto alivio. Esa noche
dormí bien, y a la mañana, aunque débil, me sentí maravillosamente
aliviada y reanimada. Soñé que alguien me había traído una pieza de
tela blanca, y me había ordenado cortarla para hacer vestidos para
personas de todos los tamaños, de todos los caracteres posibles, y de
todas las circunstancias de la vida. Se me dijo que los cortara, que
los colgara y que los tuviera listos para cuando se los necesitara. Yo
tenía la impresión de que muchos de aquellos para quienes se me
había pedido que cortara vestidos eran personas indignas. Pregunté
si ése era el último vestido que tenía que cortar y se me dijo que
no; que tan pronto como hubiera terminado con ése habría otros que
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ocuparían mi atención. Me sentí desanimada frente a la cantidad
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