Página 171 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Portadores de cargas en la iglesia
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en ustedes mientras observan para ver de qué manera glorifica a
su Maestro el cristiano; o si pudieran verificar con qué aires de
triunfo se regocijan y se burlan los ángeles malos al señalar toda
senda torcida, para citar después las Escrituras que han sido violadas
de esa manera, y comparar la vida de ustedes con la Biblia que
profesan seguir, pero de la cual se han apartado, se asombrarían
y se alarmarían por causa de ustedes mismos. Se necesita el todo
del hombre para constituir un cristiano valiente. ¡Oh, qué criaturas
ciegas y miopes somos nosotros! ¡Cuán poco comprendemos las
cosas sagradas y cuán débilmente entendemos las riquezas de su
gracia!
Hay algo con lo cual deseo impresionar las mentes de ustedes.
Hay intermediarios especiales de Satanás íntimamente relacionados
con ustedes, y su poder y su influencia ejercen un efecto manifiesto
sobre ustedes, porque no se encuentran lo suficientemente cerca de
Dios como para asegurarse la ayuda especial de los ángeles que
exceden en fortaleza. La vinculación de ustedes con los enemigos
de su Señor es demasiado estrecha, y no se dan cuenta del peligro en
que están de que su fe naufrague. Si aunque sea en lo más mínimo
animan ustedes a Satanás a que los tiente, se ubican sobre su campo
de batalla, y el conflicto entonces será largo y difícil antes que
obtengan la victoria y logren triunfar en el nombre de Jesús, quien
ya lo venció.
Satanás tiene grandes ventajas. Poseía el admirable poder in-
telectual de un ángel, del cual muy pocos tienen una idea justa.
Satanás era consciente de su poder; de otra manera no se habría
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empeñado en un conflicto con el Dios todopoderoso, el Padre eterno
y el Príncipe de paz. Satanás observa detenidamente los sucesos,
y cuando encuentra alguien que tiene especialmente desarrollado
el espíritu de oposición a la verdad de Dios, llega hasta revelarle
acontecimientos que no se han cumplido, a fin de asegurarse más
firmemente un lugar en su corazón. El que no vaciló en entrar en
conflicto con Aquel que sostiene la creación con su mano, tiene
malicia para perseguir y dañar. Actualmente mantiene entrampados
a los mortales. Durante su experiencia de casi seis mil años, no ha
perdido nada de su habilidad ni de su astucia. Durante todo este
tiempo ha observado detenidamente todo lo que concierne a nuestra
especie.