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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
dormitar durante las horas más dulces y encantadoras de la mañana,
mientras sus padres complacientes estaban de pie haciendo frente
a las responsabilidades de la vida. Estos hijos no han aprendido a
resistir sus inclinaciones, a luchar contra sus propios deseos; no han
aprendido a hacer frente a las dificultades. Se les han evitado en
gran medida las responsabilidades del hogar, y esto les ha hecho
daño. Nunca han aprendido lo que es la abnegación y el sacrificio.
No están dispuestos a someterse a tareas que no les gustan. Su
educación es sumamente deficiente. El orgullo y la vanagloria llenan
sus corazones. La Hna. O se ha creído superior a sus amistades, y
consideró que no merecían mucha atención y cortesía de su parte.
Además tiene una voluntad obstinada que la induce a hacer lo que le
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da la gana sin tomar en consideración los deseos, las conveniencias
ni las necesidades de los demás. Su actitud es desgraciada, y a menos
que logre una victoria completa muchas sombras oscurecerán su
senda y amargarán la vida de sus mejores amigos.
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