Página 280 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
El Señor será su Conductor en los días de su juventud, si están
dispuestos a creer y confiar en él.
[259]
Amada hermana mía, el Señor ha sido muy misericordioso con
usted y su familia. Tiene ante su Padre celestial la obligación de
alabar y glorificar su santo nombre en la tierra. A fin de continuar
en su amor, debe trabajar constantemente para obtener la humildad
de espíritu, y ese ánimo manso, sereno, que es de gran valor a los
ojos de Dios. Su fuerza en Dios aumentará al consagrarlo todo a él,
de manera que pueda decir con confianza: “¿Quién nos apartará del
amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o cuchillo?”
Romanos 8:35
. “Por lo cual estoy
cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni lo alto, ni lo bajo,
ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro”.
vers. 38-39
.
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