Carta a un muchacho huérfano
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Manifiesta amor por la pureza y una humilde sencillez; y permite
que estas virtudes se entretejan en tu vida.
Al educarte en el temor de Dios y en el amor de todos los que
te rodean, tu vida puede ser útil y feliz, y tu ejemplo puede ser de
tal naturaleza que induzca a otros a escoger la humilde senda de
la santidad. Ten en todo momento el suficiente valor moral como
para obrar correctamente y honrar a tu Redentor. Te ruego, querido
muchacho, que procures la verdadera santidad.
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