Página 377 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

Basic HTML Version

La sensualidad en los jóvenes
373
vez del de lo divino. Ama el pecado y el mal antes que la verdadera
bondad, pureza, y justicia. Es un cuadro deplorable.
El efecto de tales hábitos degradantes no es el mismo en todas
las mentes. Hay algunos niños que tienen las capacidades morales
muy desarrolladas, quienes, al asociarse con niños que practican la
masturbación, se inician en este vicio. El efecto muy frecuentemente
será hacerlos melancólicos, irritables y celosos; sin embargo estos
niños pueden no perder el respeto por el culto religioso, y pueden
no mostrar ninguna infidelidad especial en relación con las cosas
espirituales. A veces sufrirán un fuerte sentimiento de culpa, y se
sentirán degradados y perderán su dignidad propia.
Hermano y hermana, no estáis limpios delante de Dios. Habéis
fracasado en cumplir vuestro deber en el hogar, en vuestra propia
familia. No habéis controlado a vuestros hijos. Habéis fracasado
rotundamente en conocer y hacer la voluntad de Dios, y su bendición
no ha alcanzado a vuestra familia. Hermano E, usted siempre fue
egoísta. Siempre tuvo mucho amor propio. Pensó que poseía buen
grado de humildad, pero se ha autoengañado. Su conducta no es
correcta delante de Dios. Su influencia y ejemplo no han estado de
acuerdo con su profesión de fe. Usted tiene una gran tendencia a
señalar los defectos de otros; encuentra que se desvían de lo correcto,
pero no advierte esas mismas características en usted.
[351]
La hermana E se ha alejado de Dios. Su corazón no ha sido
aplacado por la gracia. Su amor por el mundo y por las cosas que
están en el mundo ha cerrado su corazón al amor de Dios. El amor
por el vestido y la apariencia la ha mantenido alejada del bien, y la
ha inducido a colocar su mente y afectos en estas cosas frívolas. El
descreimiento se ha ido fortaleciendo en su corazón, y ella ha sentido
cada vez menos amor por la verdad, y se ha sentido poco atraída por
la sencillez de la verdadera santidad. No ha fomentado el desarrollo
de los dones cristianos. No amó la humildad y la devoción. Prestó
atención a los errores de los profesos devotos de la verdad, y los
puso como excusa por su mundanalidad, su falta de espiritualidad,
sus errores, y sus pecados. Observó el comportamiento de los que
estaban conectados con los _____, y que eran los primeros en tomar
las cargas de la iglesia, y contrapesó sus fracasos con los errores de
ellos, diciendo que ella no era peor que ellos. Tal o cual persona de
buena reputación hizo esto o aquello, y ella tenía el mismo derecho.