Página 50 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
nos sobrepasar a los que están dedicados a cualquier otra empresa,
ya que el objetivo que estamos tratando de alcanzar es de un valor
más elevado que el de ellos. El tesoro que estamos procurando es
imperecedero, eterno, inmortal, sobremanera glorioso; mientras que
el que procura el mundano dura sólo un día; se desvanece, perece y
es tan efímero como la nube matutina.
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Levante la cruz, levántela, hermano D., y al hacerlo, se asombrará
al ver que ella lo eleva y lo sostiene. En la adversidad, la pobreza
y el pesar, será fortaleza y sostén para usted. Descubrirá que de
ella penden la misericordia, la compasión, la simpatía y un amor
indescriptible. Será para usted una prenda de inmortalidad. ¡Oh, si
usted pudiera decir con Pablo: “Lejos esté de mí gloriarme, sino
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es
crucificado a mí, y yo al mundo”.
Gálatas 6:14
.
El Espíritu del Señor ha estado luchando con su esposa por
algún tiempo. Si usted se sometiera a Dios, ella tendría fortaleza
para decidirse y tratar de vivir la verdad. Si decide apartarse de
la verdad, no caerá solo; no solamente perderá su propia alma,
sino que será un instrumento para apartar a otros del camino, y la
sangre de las almas manchará sus ropas. Si hubiera conservado su
integridad, su madre, su hermano E., y alguien que se encuentra al
borde de la tumba, estarían ahora gozando del consuelo del Espíritu
de Dios, y tendrían una buena experiencia en la verdad. Recuerde
siempre que somos responsables de la influencia que ejercemos.
Nuestra influencia reúne con Cristo, o esparce. Estamos ayudando
a las almas a recorrer la estrecha senda de la santidad, o somos un
estorbo, una piedra de tropiezo para ellas, apartándolas del camino.
Usted, mi estimado hermano, no tiene tiempo que perder. Dedíquese
con seriedad a redimir el tiempo, porque los días son malos. Sus
relaciones, aquellos cuya companía ha elegido, son un estorbo para
usted. Salga de entre ellos; sepárese. Acérquese a Dios y únase más
estrechamente con su pueblo. Su interés y sus afectos deben tener a
Cristo y a sus seguidores como centro. Ame más a los que aman más
a Cristo. Rompa las cadenas que lo han unido a los que no aman a
Dios ni a la verdad. ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas?
¿O qué parte tiene el creyente con el infiel?
Usted está en inminente peligro de naufragar en la fe. Necesita
toda la fortaleza que puede obtener del pueblo de Dios, que posee