Página 551 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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La recreación cristiana
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Es correcto que elijamos lugares como este bosquecillo para
períodos de esparcimiento y recreación. Pero no estamos aquí para
dedicar nuestra atención meramente a nosotros mismos, y desper-
diciar precioso tiempo en entretenimientos que han de fomentar la
aversión por las cosas sagradas. No hemos venido aquí para com-
placernos en chistes y bromas, en tontas conversaciones y risas sin
sentido. Aquí contemplamos las bellezas de la naturaleza. ¿Qué
haremos entonces? ¿Nos postraremos y las adoraremos? Por cierto
que no. Pero mientras contemplamos estas obras de la naturaleza
debiéramos permitir que la mente se eleve al Dios de la naturaleza;
que se eleve al Creador del universo, y luego adorar al Creador que
ha hecho todas estas bellezas para nuestro beneficio y felicidad.
Muchos se deleitan con bellos cuadros y están dispuestos a
alabar el talento que puede producir un hermoso dibujo, pero ¿de
dónde obtienen su inspiración los que dedican su vida a esta obra?
¿De dónde los artistas extraen ideas que han de plasmar en la tela?
De las hermosas escenas de la naturaleza, sólo de la naturaleza.
Hay individuos que dedican toda su fuerza y prodigan todos sus
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afectos a sus gustos por estas cosas. Muchos apartan su mente de las
bellezas y glorias de la naturaleza que nuestro Creador ha preparado
para su deleite, y dedican toda su capacidad a perfeccionar su arte;
sin embargo, todas estas cosas son sólo copias imperfectas de la
naturaleza. El arte nunca alcanza la perfección que se ve en la
naturaleza.
Se olvida al Hacedor de todas las cosas bellas. He visto a muchos
que se extasiaban ante la pintura de una puesta de sol, mientras que
al mismo tiempo podrían tener el privilegio de ver una real y gloriosa
puesta de sol casi todas las tardes del año. Pueden ver los hermosos
tintes con los cuales el invisible Artista Maestro, con divina destreza
ha pintado gloriosas escenas en la cambiante tela de los cielos, y sin
embargo se vuelven descuidadamente del cuadro pintado por el cielo,
a las obras de arte diseñadas por dedos imperfectos, y casi se postran
y las adoran. ¿Cuál es la razón de esto? Es que el enemigo está
casi constantemente tratando de desviar la mente de Dios. Cuando
presentamos a Dios y la religión de Cristo, ¿los reciben? Por cierto
que no. No pueden aceptar a Cristo. ¿Qué? ¿Han de hacer ellos
el sacrificio que tendrían que hacer para recibirlo? ¡De ninguna
manera! Pero, ¿qué se requiere? Simplemente los mejores y más