Página 553 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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La recreación cristiana
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presentar vuestro caso al Padre por medio de Jesucristo. Así podéis
tener acceso a Dios, aunque pequéis; vuestro caso no es desesperado.
“Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo”.
1 Juan 2:1
.
Doy gracias a Dios porque tenemos un Salvador. Y no hay modo
por el que podamos ser exaltados, excepto por medio de Cristo.
Entonces que ninguno piense que es una gran humillación de su
parte aceptar a Cristo; porque cuando damos ese paso, nos asimos
de la cuerda de oro que une al hombre finito con el infinito Dios;
damos el primer paso hacia la verdadera exaltación, para poder ser
idóneos para la compañía de los ángeles celestiales y puros en el
reino de gloria.
No se desanimen, no se desalienten. Aunque sufran tentaciones
y sean acosados por el artero enemigo, si el temor de Dios está
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delante de ustedes, ángeles excelsos en fortaleza serán enviados
para ayudarles, y podrán ser un rival superior a los poderes de las
tinieblas. Jesús vive. Murió para proveer una vía de escape para la
raza caída, y vive hoy para interceder por nosotros, para que podamos
ser exaltados a su diestra. Esperen en Dios. El mundo anda por la
senda ancha; y mientras ustedes transiten por la senda angosta, y
tengan que luchar con principados, potestades y poderes, y enfrentar
la oposición de los enemigos, recuerden que se ha hecho provisión
para ustedes. La ayuda está depositada en Alguien que es poderoso,
y por medio de él puedan vencer.
Salgan de en medio de ellos, y apártense, dice el Señor, y yo los
recibiré, y serán hijos e hijas del Señor Todopoderoso. ¡Qué promesa
es ésta! Es una garantía de que lleguen a ser miembros de la familia
real, herederos del reino celestial. Si una persona recibiera honores
de algún monarca de la tierra, o se conectara con él, la noticia pasaría
a todos los periódicos del día y despertaría la envidia de los que
se consideran menos afortunados. Pero hay Uno que es Rey sobre
todos, el Monarca del universo, el Origen de todo lo bueno; y él nos
dice: Los haré mis hijos e hijas; los uniré a mí mismo; llegarán a ser
miembros de la familia real e hijos del Rey celestial.
Pablo dice: “Puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos
de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la
santidad en el temor de Dios”.
2 Corintios 7:1
. ¿Por qué no habremos
de hacer esto, cuando tenemos tal incentivo, el privilegio de llegar a