Página 562 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
No necesitan recargarse con una ansiedad inquietante y cuidados
innecesarios. Trabajen para el día, haciendo con fidelidad la obra que
la providencia de Dios les señala, y él se ocupará de ustedes. Jesús
profuñdizará y ampliará sus bendiciones. Deben esforzarse si desean
alcanzar al fin la salvación. Asistan a estas reuniones dispuestos a
trabajar. Dejen de lado las preocupaciones del hogar, y acudan a
encontrar a Jesús y lo hallarán. Vengan con sus ofrendas de acuerdo
con las bendiciones de Dios. Muestren su gratitud a su Creador, el
Dador de todos sus beneficios, por medio de una ofrenda voluntaria.
Que ninguna persona que posee recursos asista con las manos vacías.
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré
las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde”.
Malaquías 3:10
.
El objeto de un congreso consiste en inducir a todos a separarse
de los cuidados y cargas de sus negocios, y dedicar algunos días
exclusivamente a buscar al Señor. Debemos dedicar el tiempo a
examinarnos a nosotros mismos, escudriñar detenidamente nues-
tro corazón, confesar penitentemente nuestros pecados, y renovar
nuestros votos al Altísimo. Si algunos acuden a estas reuniones
con motivos menos dignos, esperamos que el carácter del congreso
inculque en sus mentes los debidos objetivos.
Algunos sufren al trabajar extra en preparación para ir al con-
greso. Son personas de ánimo liberal, y no quieren hacer nada con
mezquindad. Algunos hacen grandes preparativos y están muy exte-
nuados cuando llegan al congreso, y tan pronto como se liberan de
la presión del trabajo, sus organismos exhaustos les hacen sentir que
se han extralimitado. Quizá algunas de estas personas nunca antes
asistieron a un congreso, y no están informadas de los preparativos
necesarios. Pierden algunas de las preciosas reuniones a las que se
habían propuesto asistir. Estas personas se equivocan al hacer tan
grandes preparativos. A un congreso no se debiera llevar nada que
no sean alimentos saludables, preparados de un modo sencillo, sin
especias ni grasa.
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Estoy convencida de que nadie necesita enfermarse al prepararse
para un congreso, si observan las leyes de la salud al preparar sus
alimentos. Si no hacen tortas ni pasteles, sino preparan un sencillo
pan integral, y se alimentan de fruta, enlatada o seca, no necesitan