Página 590 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
sus buenas obras de la autenticidad de su fe al ejemplificar en su
vida la pureza y el poder de la verdad. Su influencia convencería y
convertiría, o condenaría.
Cada seguidor de Jesús tiene una obra que hacer como misionero
para Cristo en la familia, en el vecindario, y en el pueblo o ciudad
donde vive. Todos los que están consagrados a Dios son canales de
luz. Dios los hace instrumentos de justicia para comunicar a otros la
luz de la verdad, las riquezas de su gracia. Los incrédulos pueden
parecer indiferentes y desatentos; no obstante Dios está tocando y
convenciendo su corazón acerca de la realidad de la verdad. Pero
cuando nuestros hermanos abandonan el campo, dejan de luchar, y
permiten que languidezca la causa de Dios, antes que Dios les diga,
“Dejadlos”, ellos serán sólo una carga para cualquier iglesia a la
que se trasladen. Las personas que dejan, y que fueron convencidos,
con frecuencia aquietan su conciencia pensando que, después de
todo, estaban innecesariamente ansiosos; deciden que no es real
la profesión de fe de los adventistas del séptimo día. Satanás se
siente triunfante cuando ve la viña plantada por Dios, completamente
desgajada o abandonada. No es el propósito de Dios que su pueblo
se agrupe y concentre su influencia en un lugar especial.
Los esfuerzos de los hermanos D para alentar a los hermanos a
trasladarse a su lugar, fueron hechos de buena fe, pero no de acuerdo
con el propósito de Dios. Los caminos de Dios no son como nuestros
caminos. El ve no como un hombre ve. Ellos tenían un buen objetivo;
pero, al hacer esto, los propósitos de Dios con respecto a la salvación
de las almas no pudieron llevarse a cabo.
Dios se propone que su pueblo sea la luz del mundo, la sal de
la tierra. El plan de reunirse en grandes grupos, para formar una
iglesia grande, ha disminuido su influencia y estrechado su esfera
de utilidad; literalmente ha puesto su luz debajo de un almud. Es el
designio de Dios que el conocimiento de la verdad llegue a todos,
que nadie permanezca en oscuridad ignorando sus principios; sino
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que todos sean probados por ella y se decidan en favor o en contra
de ella, para que todos sean advertidos y no tengan excusa. El plan
de colonizar, o trasladarse desde diferentes localidades donde hay
poca fuerza o influencia, y concentrar la influencia de muchos en un
lugar, es quitar la luz de lugares donde Dios quiere que brille.