Página 65 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Las carnes y los estimulantes
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vivir para comer; que la complacencia del apetito es más o menos el
motivo de la vida. Usted tiene que hacer una obra, Hno. H. Ha sido
semejante a un hombre dormido o paralizado. Es el momento de
hacer un esfuerzo poderoso para salvar a los miembros más jóvenes
de su familia. La influencia que ejerce su hijo mayor sobre ellos es
positivamente mala. Modifique su régimen alimentario. Un régimen
estimulante, que conduce a la depravación, está fortaleciendo las
pasiones animales de sus hijos. De todas las familias que conozco,
la suya es la que más necesita eliminar la carne, la grasa, y aprender
a cocinar higiénicamente.
La Hna. H es una mujer cuya sangre está corrompida. Su organis-
mo está lleno de humores escrofulosos por comer carne. El consumo
de carne de cerdo en vuestra familia os ha proporcionado sangre
de mala calidad. La Hna. H necesita limitarse estrictamente a un
régimen de cereales, frutas y verduras, cocinadas sin carne ni grasa
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alguna. Necesitaréis adheriros durante bastante tiempo a un régimen
estrictamente saludable para colocaros en mejores condiciones de
salud, que os relacionen correctamente con la vida. Es imposible
que quienes hacen copioso consumo de carne tengan un cerebro
despejado y un intelecto activo.
Os aconsejamos que cambiéis vuestros hábitos de vida; pero al
mismo tiempo os recomendamos que lo hagáis con entendimiento.
Conozco familias que han cambiado de un régimen a base de carne
a otro deficiente. Su alimento está tan mal preparado que repugna al
estómago; y estas personas me han dicho que la reforma pro salud
no les asienta, pues están perdiendo su fuerza física. Esta es una
razón por la cual algunos no han tenido éxito en sus esfuerzos para
simplificar su alimentación. Siguen un régimen pobre. Preparan sus
alimentos sin esmero ni variación. No debe haber muchas clases de
alimentos en una comida, pero cada comida no debe estar compuesta
invariablemente de las mismas clases de alimentos. El alimento
debe prepararse con sencillez, aunque en forma esmerada para que
incite al apetito. Debéis eliminar la grasa de vuestra alimentación.
Contamina cualquier alimento que preparéis. Comed mayormente
frutas y verduras.
Después de disminuir su fuerza física por comer una cantidad
reducida de alimentos de mala calidad, algunos concluyen que su
anterior manera de vivir era mejor. El organismo debe ser sostenido.