Página 83 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

Basic HTML Version

La religión diaria
79
Hna. L: Usted no ha sido indiferente a su salvación. A veces ha
hecho esfuerzos fervientes y se ha humillado delante de la iglesia y
de Dios; pero no ha recibido el ánimo que necesitaba, y que Jesús le
habría dado si hubiera estado sobre la tierra. Hay falta de amor en
la iglesia. El amor por los que yerran está cubierto por el egoísmo.
Se nota una gran falta de esta preciosa gracia entre el pueblo de
Dios. Creyó que los hermanos eran indiferentes con usted y su alma
se rebeló contra ellos. Ni los sentimientos ni la conversación de
ellos fueron correctos. No siguieron una conducta acertada. No hay
nada que los justifique en esto. El Cielo está disgustado. Jesús se
compadece de usted y la invita a acudir a él, ya que está cansada y
cargada, para que aprenda de él, que es manso y humilde de corazón,
y va a encontrar descanso para su alma. El yugo de Cristo es liviano,
y su carga es ligera. Cuando se sienta perpleja, preocupada y molesta
acuda al Portador de cargas; dígale todo a Jesús. Es posible que sus
hermanos no aprecien sus esfuerzos y que nunca sepan cuánto tiene
que luchar usted para obtener la victoria; no obstante, no se debería
desanimar por eso. Si Jesús lo sabe, si él está al tanto de sus sinceros
esfuerzos, eso debería bastarle.
Debería producirse una reforma completa en su vida, una trans-
formación causada por la renovación de su entendimiento. Dios
quiere que su pueblo le ayude porque usted necesita ayuda, y debe-
ría ser lo suficientemente humilde como para dejarse ayudar. Cuando
se sienta tentada a darle rienda suelta a ese miembro ingobernable
[la lengua], recuerde que el ángel está tomando nota de cada palabra
que usted dice. Todas están anotadas en el libro y, a menos que ha-
yan sido lavadas por la sangre de Cristo, se volverá a encontrar con
ellas. Actualmente usted tiene un registro manchado en el cielo. El
sincero arrepentimiento delante de Dios será aceptado. Cuando esté
por hablar apasionadamente, cierre la boca. No diga una palabra.
Ore antes de hablar, y los ángeles del cielo vendrán a ayudarle y a
echar a los ángeles malos que quisieran inducirla a deshonrar a Dios,
lanzar baldón contra su causa y debilitar su propia alma.
[76]
Usted tiene una obra especial que hacer, es a saber, confesar con
humildad su conducta irrespetuosa hacia sus padres. No hay razón
alguna para que usted se comporte en forma tan antinatural con ellos.
Es una actitud completamente satánica a la cual se entregó porque
su madre no corrigió su conducta. Sus sentimientos hacia ellos no