Página 187 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Las reuniones de junt
Recuerden los que asisten a reuniones de junta que se encuen-
tran con Dios, quien les ha dado su obra. Reúnanse con reverencia
y consagración del corazón. Se reúnen para considerar asuntos im-
portantes relacionados con la causa de Dios. En todo detalle sus
acciones deben demostrar que desean comprender su voluntad acer-
ca de los planes que se han de trazar para el progreso de su obra. No
malgasten un momento en conversación sin importancia; porque los
asuntos del Señor deben dirigirse en forma perfecta y eficiente. Si al-
gún miembro de una junta es descuidado e irreverente, recuérdesele
que está en la presencia de un Testigo que pesa todas las acciones.
Se me ha indicado que las reuniones de junta no agradan siempre
a Dios. Algunos han acudido a estas reuniones con un espíritu de
crítica, frío, duro, y carente de amor. Los tales pueden hacer mucho
daño; porque los acompaña la presencia del maligno que los man-
tiene del lado erróneo. Con cierta frecuencia su actitud insensible
hacia las medidas que están considerando produce perplejidad y
demora las decisiones que debieran tomarse. Los siervos de Dios
que necesitan descanso mental y sueño han sido angustiados y re-
cargados por estos casos. Con la esperanza de llegar a una decisión,
continúan sus reuniones hasta muy avanzada la noche. Pero la vida
es demasiado preciosa para ponerla en peligro de esta manera. Dejad
al Señor llevar la carga. Esperad que él ajuste las dificultades. Dad
descanso al cerebro agobiado. El prolongar las sesiones hasta horas
que no son razonables es algo destructor para las facultades físicas,
mentales y morales. Si se diese al cerebro los debidos momentos de
descanso, los pensamientos serían claros y agudos, y los asuntos se
atenderían con presteza.
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Antes que nuestros hermanos se reúnan en concilio o reunio-
nes de directorio, cada uno debe presentarse ante Dios, escudriñar
cuidadosamente su corazón y examinar sus motivos con ojo crítico.
Testimonios para la Iglesia 7:256-259 (1902)
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