Página 204 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Joyas de los Testimonios 3
contra él y no merecemos su favor; sin embargo, él mismo pone
en nuestros labios la más admirable de las súplicas: “Por amor
de tu nombre no nos deseches, ni trastornes el trono de tu gloria:
acuérdate, no invalides tu pacto con nosotros.”
Jeremías 14:21
. El se
ha comprometido a prestar oído a nuestro clamor cuando acudimos
a él y confesamos nuestra indignidad y pecado. El honor de su trono
garantiza el cumplimiento de la palabra que nos dirige.
Cristo envía a sus mensajeros a toda parte de su dominio pa-
ra comunicar su voluntad a sus siervos. El anda en medio de sus
iglesias. Desea santificar, elevar y ennoblecer a quienes le siguen.
La influencia de los que creen en él, será en el mundo un sabor
de vida para vida. Cristo tiene las estrellas en su diestra, y es su
propósito dejar brillar por intermedio de ellas su luz para el mundo.
Así desea preparar a su pueblo para un servicio más elevado en la
iglesia celestial. Nos ha confiado una gran obra. Hagámosla fielmen-
te. Demostremos en nuestra vida lo que la gracia divina puede hacer
por la humanidad.
* * * * *
Cuando el Espíritu Santo rija la mente de los miembros de nues-
tras iglesias, se verá en ellas una norma mucho más alta que la que
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se ve ahora en el hablar, en el ministerio y en la espiritualidad. Los
miembros de las iglesias serán refrigerados por el agua de la vida, y
los obreros, trabajando bajo una Cabeza, a saber Cristo, revelarán a
su Maestro en espíritu, en palabra y en acción, y se alentarán unos
a otros a progresar en la grandiosa obra final en la cual están em-
peñados. Habrá un sano incremento de la unidad y del amor, que
atestiguará al mundo que Dios envió a su Hijo a morir por la reden-
ción de los pecadores. La verdad divina será exaltada; y mientras
resplandezca como lámpara que arde, la comprenderemos cada vez
más claramente
* * * * *
Me fué mostrado que si los hijos de Dios no hacen esfuerzo de
su parte, sino que aguardan a que el refrigerio venga sobre ellos y
Testimonios para la Iglesia 8:211 (1904)
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