Página 306 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Instrucciones para ganar almas en los congreso
En años pasados, los siervos de Dios aprovechaban las ocasiones
que los congresos les ofrecían para enseñar a nuestros miembros los
métodos prácticos de presentar a sus amigos y conocidos las verda-
des salvadoras del mensaje del tercer ángel. Muchos aprendieron
así a trabajar en su ciudad o pueblo como misioneros no retribuídos.
Muchos volvieron a sus hogares para trabajar con más celo y de una
manera más inteligente que en lo pasado.
Agradaría a Dios que esa clase de instrucciones prácticas se diera
mucho más a menudo que en lo pasado a los miembros de nuestras
iglesias que asisten a los congresos. Nuestros obreros dirigentes, así
como nuestros hermanos y hermanas de cada asociación, debieran
recordar que nuestros congresos anuales tienen, entre otros propó-
sitos, el de vulgarizar los métodos prácticos de trabajo misionero
personal.
En diversos ramos
Dios nos ha confiado una obra de las más sagradas, y debemos
reunirnos con el objeto de recibir instrucciones que nos hagan ca-
paces de cumplir esa obra. Debemos comprender cuál es nuestra
parte individual en la causa del Señor en esta tierra, para reivindicar
los derechos de la santa ley de Dios y presentar a los hombres el
Salvador, “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Juan
1:29
. Debemos congregarnos para recibir la llama divina que nos
hará comprender nuestro deber en el hogar. Los padres deben saber
cómo pueden enviar del santuario del hogar a sus hijos e hijas criados
de tal modo que puedan brillar como luces en el mundo. Debemos
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comprender la división del trabajo y la manera en que cada ramo de
la obra debe ser desempeñado. Cada cual debiera saber qué parte le
toca en este trabajo, a fin de que la armonía de propósito y de acción
sea mantenida en el trabajo de todos.
Testimonios para la Iglesia 9:81-87 (1909)
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