Página 327 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

Basic HTML Version

Un llamamiento a los miembros de la iglesi
Cuando obreros de experiencia inician una campaña de evangeli-
zación en un lugar donde hay miembros de nuestra iglesia, es deber
solemne de los creyentes que están radicados allí hacer cuanto esté
a su alcance para preparar el camino del Señor. Deben escudriñar
su corazón con oración y quitar de él todo pecado que les impida
cooperar con Dios y con sus hermanos.
No siempre esto ha sido bien comprendido. A menudo creó
Satanás una atmósfera que impidió que los miembros de la iglesia
discernieran las oportunidades de servir. Muchas veces hubo cre-
yentes que permitieron a Satanás servirse de ellos en el momento
mismo en que hubiesen debido consagrarse enteramente a Dios y al
adelantamiento de su obra. Inconscientemente, se extraviaron lejos
del camino de la justicia. Al cultivar un espíritu de crítica y de male-
dicencia, de piedad farisaica y orgullosa, contristaron al Espíritu de
Dios y demoraron considerablemente la obra de los mensajeros del
Señor.
Este mal ha sido señalado en repetidas ocasiones y en diversos
lugares. A veces los que se habían dejado llevar por un espíritu de
censura y de condenación se han arrepentido y convertido. Entonces
Dios pudo usarlos para su honra y gloria.
Una obra de reforma
Vivimos en una época especial de la historia de este mundo; una
gran obra debe ser hecha en muy poco tiempo, y cada creyente debe
contribuir personalmente a sostenerla. Dios está pidiendo hombres
dispuestos a consagrarse a la obra de salvar almas. Cuando comen-
cemos a comprender el sacrificio que Cristo realizó para salvar al
[345]
mundo condenado a perecer, lucharemos poderosamente para resca-
tar almas. ¡Ojalá que todas las iglesias pudieran ver y comprender el
sacrificio infinito de Cristo!
Testimonios para la Iglesia 9:125-135 (1909)
.
323