Página 386 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Distribución de responsabilidade
Dios quiere que su pueblo sea un pueblo inteligente. Ha dispues-
to las cosas de tal manera que hombres escogidos sean enviados
como delegados a nuestros congresos. Esos hombres deben ser hom-
bres probados. Deben ser hombres dignos de confianza. La elección
de delegados para asistir a nuestros congresos es un asunto importan-
te. Ellos son los que deben hacer los planes que serán adoptados para
el adelantamiento de la obra; por consiguiente deben ser inteligentes,
capaces de razonar de la causa al efecto.
El ejemplo de Moisés
“Y aconteció que otro día se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y
el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.”
Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo,
dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas
tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta
la tarde? Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene
a mí para consultar a Dios: cuando tienen negocios, vienen a mí;
y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios
y sus leyes. Entonces el suegro de Moisés le dijo: No haces bien:
desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo;
porque el negocio es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú
solo. Oye ahora mi voz, yo te aconsejaré, y Dios será contigo. Está
tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los negocios a Dios.
Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino
por donde anden, y lo que han de hacer. Además inquiere tú de entre
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todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de
verdad, que aborrezcan la avaricia; y constituirás a éstos sobre ellos
caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez. Los
Manuscrito leído en presencia de los delegados al Congreso de la Asociación
General, en Wáshington, D.C., el 30 de mayo de 1909.
Testimonios para la Iglesia 9:262-269 (1909)
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