Página 387 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Distribución de responsabilidades
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cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo negocio
grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo negocio pequeño: alivia
así la carga de sobre ti, y llevarla han ellos contigo.
“Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás persistir, y todo
este pueblo se irá también en paz a su lugar.”
“Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo.
Y escogió Moisés varones de virtud de todo Israel, y púsolos por
cabezas sobre el pueblo, caporales sobre mil, sobre ciento, sobre
cincuenta, y sobre diez; y juzgaban al pueblo en todo tiempo: el
negocio arduo traíanlo a Moisés, y ellos juzgaban todo negocio
pequeño.”
Éxodo 18:13-26
.
En el primer capítulo de los Hechos, se nos dan igualmente
instrucciones en cuanto a la elección de los obreros que deben llevar
responsabilidades en la iglesia. La traición de Judas había dejado
una vacante en las filas de los apóstoles, y era necesario elegir un
reemplazante. Pedro se expresó de esta manera:
Discreción en la elección
“Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos
con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entró y salió entre
nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que
fué recibido arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con
nosotros de su resurrección. Y señalaron a dos: a José, llamado
Barsabas, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Y orando,
dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál
escoges de estos dos, para que tome el oficio de este ministerio y
apostolado, del cual cayó Judas por transgresión, para irse a su lugar.
Y les echaron suertes, y cayó la suerte sobre Matías; y fué contado
con los once apóstoles.”
Hechos 1:21-26
.
Estos pasajes nos enseñan que el Señor destina a ciertos hombres
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para ocupar puestos determinados. Enseñará a su pueblo a usar de
circunspección y a elegir juiciosamente a hombres que no traiciona-
rán los cometidos sagrados. Si en los días de Cristo era necesario que
los creyentes usasen de prudencia para la elección de los hombres
que habían de asumir las responsabilidades, cuánto mayor será en
este tiempo nuestra necesidad de obrar con gran discreción. Debe-