Página 191 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Énfasis en el tema de la salvación 1890-1908
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primero ser santos en la tierra; porque cuando dejemos esta tierra
llevaremos nuestro carácter con nosotros, y esto significa sencilla-
mente que llevaremos algunas de las características celestiales que
nos fueron impartidas [en la tierra] por la justicia de Cristo.—
The
Review and Herald, 19 de agosto de 1890
.
La justificación y la santificación se logran por fe: 1890
Cuando por el arrepentimiento y la fe aceptamos a Cristo como
nuestro Salvador, el Señor perdona nuestros pecados y nos libra
de la penalidad prescrita para la transgresión de la ley. El pecador
aparece delante de Dios como una persona justa; goza del favor del
cielo, y por el Espíritu tiene comunión con el Padre y con el Hijo.
Luego hay aún otra obra que debe ser hecha, y ésta es de natura-
leza progresiva. El alma debe ser santificada por la verdad. Y esto
también se logra por fe, pues es solamente por la gracia de Cristo, la
cual recibimos por la fe, como el carácter puede ser transformado.
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Es importante que entendamos claramente la naturaleza de la fe.
Hay muchos que creen que Cristo es el Salvador del mundo, que el
Evangelio es real y que revela el plan de salvación, y sin embargo
no poseen fe salvadora. Están intelectualmente convencidos de la
verdad, pero esto no es suficiente; para ser justificado, el pecador
debe tener esa fe que se apropia de los méritos de Cristo para su
propia alma. Leemos que los demonios “creen y tiemblan”, pero su
creencia no les proporciona justificación, ni tampoco la creencia de
los que asienten en forma meramente intelectual a las verdades de
la Biblia recibirán los beneficios de la salvación. Esa creencia no
alcanza el punto vital, porque la verdad no compromete el corazón
ni transforma el carácter.
En la fe genuina y salvadora hay confianza en Dios por creer en
el gran sacrificio expiatorio hecho por el Hijo de Dios en el Calvario.
En Cristo, el creyente justificado contempla su única esperanza y
su único Libertador. Puede existir una creencia sin confianza; pero
la confianza no puede existir sin fe. Todo pecador traído al conoci-
miento del poder salvador de Cristo, manifestará esta confianza en
grado creciente a medida que avanza en experiencia.—
The Signs of
the Times, 3 de noviembre de 1890
.
Resistiendo la tentación: 1891
—Muchos parecen pensar que
es imposible no caer bajo la tentación, que ellos no tienen poder para
vencer, y pecan contra Dios pronunciando con sus labios palabras de