Página 195 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

Basic HTML Version

Énfasis en el tema de la salvación 1890-1908
191
mos tratarlos como la compra hecha con la sangre de Cristo Jesús.
Toda conducta irrazonable manifestada para con ellos es anotada
en los libros como hecha en contra de Cristo. El mantiene sus ojos
sobre ellos, y cuando hacen lo mejor que pueden, clamando a Dios
por su ayuda, estad seguros de que su servicio será aceptado, aunque
sea imperfecto.
Jesús es perfecto. La justicia de Cristo les es acreditada a ellos, y
[223]
él dirá: Quitadle las vestiduras viles, y vestidlo de ropas de gala
Za-
carías 3:4
. Jesús compensa nuestras inevitables deficiencias. Donde
los cristianos son mutuamente fieles el uno al otro, veraces y leales
al Capitán de las huestes del Señor, y nunca traicionan lo que se les
confió, entregándolo en manos del enemigo, serán transformados
conforme al carácter de Cristo. Jesús morará en sus corazones por la
fe
Carta 17a, 1891
. Véase también una declaración similar hecha en
1885, en
Faith and Works, 50
.
Id a Cristo tan pronto como cometéis un pecado: 1892
—Mu-
chos no oran. Se sienten bajo la condenación del pecado y creen que
no deben ir a Dios hasta que no hayan hecho algo para merecer su
favor o hasta que Dios haya olvidado sus transgresiones. Dicen: “No
puedo levantar manos santas delante de Dios sin ira o dudas, y por
lo tanto no puedo ir”. Así permanecen lejos de Cristo, y al hacerlo
están pecando todo el tiempo, pues sin él no podréis hacer más que
lo malo.
Tan pronto como cometéis un pecado debéis correr al trono de
gracia y contarle todo a Jesús. Debéis llenaros de dolor por el pecado,
porque con el pecado habéis debilitado vuestra propia espiritualidad,
agraviado a los ángeles del cielo y herido el amante corazón de
vuestro Redentor. Cuando habéis pedido a Jesús con un alma contrita
su perdón, creed que él os ha perdonado. No dudéis de su divina
misericordia ni rehuséis el consuelo de su amor infinito (
Bible Echo
,
1 de febrero de 1892. Discurso pronunciado en Melbourne, Australia,
el 19 de diciembre de 1891).
¿Qué pasa si pecamos después de haber sido perdonados?,
1892
—Es el Espíritu Santo el que nos imparte arrepentimiento. Jesús
nos atrae hacia él mediante el agente de su divino Espíritu; y por fe
en su sangre somos limpiados de pecado: “Y la sangre de Jesucristo
su Hijo nos limpia de todo pecado... Si confesamos nuestros pecados,
[224]