Página 242 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Mensajes Selectos Tomo 3
do por Dios, para hacer y remodelar vestidos a fin de satisfacer la
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vanidad de sus hijos. Si nuestras hermanas que tienen abundancia
de medios regularan sus gastos, no de acuerdo con su riqueza sino
con su responsabilidad hacia Dios, como mayordomos sabios de los
medios que les son confiados, su ejemplo haría mucho por detener
el mal que ahora existe entre nosotros.
Tácticas satánicas
—Satanás se halla detrás de todo, ideando
modas que lleven a la extravagancia en el gasto de dinero. Al con-
feccionar las modas del día, él tiene un propósito definido. Sabe
que el tiempo y el dinero dedicados a satisfacer las demandas de la
moda no serán usados para un propósito más elevado y más santo.
Se derrocha un tiempo precioso en seguir las modas, que siempre
cambian y nunca satisfacen. Tan pronto como se introduce un estilo,
se idean otros nuevos; y luego, a fin de que los que desean estar
a la moda, la sigan, el vestido es remodelado. En esta forma, los
que llevan el nombre de cristianos tienen corazones divididos, y
malgastan su tiempo dándole al mundo casi todas sus energías.
Esta carga enteramente innecesaria es asumida y gustosamente
llevada por nuestras hermanas. La mitad de sus cargas proceden del
esfuerzo por seguir las modas; sin embargo, aceptan ávidamente
el yugo, porque la moda es el dios al cual adoran. En esta forma
están ciertamente apasionadas por las cadenas de la esclavitud co-
mo lo pueda estar el esclavo más real; y sin embargo, hablan de
independencia. No tienen mente, o gusto, o juicio propio.
Satanás tiene un éxito maravilloso en infatuar las mentes con
los estilos siempre variables de los vestidos. El sabe que mientras
las mentes de las mujeres están siempre llenas de un deseo febril
de seguir la moda, su sensibilidad moral se debilita y no pueden
ser despertadas para captar su verdadera condición espiritual. Son
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mundanas, sin Dios y sin esperanza.
Gusto, adecuación y durabilidad
—No desanimamos el gusto
y la limpieza en el vestido. El gusto correcto en el vestir no ha de
ser despreciado o condenado. Aunque los volados, los adornos y
los ornamentos innecesarios deben ser abandonados, animamos a
nuestras hermanas a obtener material bueno y durable. Nada se gana
con tratar de ahorrar comprando telas ordinarias. Que el vestido sea
sencillo y limpio, sin extravagancias u ostentación.