Página 261 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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El sábado: principios guiadores para observarlo
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Espíritu Santo estaba sobre mí. Me fue dada fuerza, tanto física
como espiritual, en gran medida...
Por la tarde, a las dos, abordamos el buque para hacer el viaje que
por mucho tiempo habíamos temido. Todo nuestro equipaje había
sido entregado el viernes. Nos disgusta mucho viajar en sábado.
Pero debe hacerse la obra de dar el mensaje al mundo, y podemos
mantener nuestras mentes y corazones elevados a Dios y escondernos
en Jesús. Cuando no podemos controlar estos asuntos, debemos dejar
todas las cosas con nuestro Padre celestial. Si nuestra confianza está
en Dios, él nos ayudará.—
Manuscrito 76, 1893
.
[303]
[304]
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Adelia Patten, que ayudó durante varios años a la Sra. White, en el hogar de ésta
en Battle Creek, en la redacción del libro
Historia de la vida, experiencia y enfermedad
final de Henry N. White,
murió en diciembre de 1863. Escribió la siguiente declaración
en cuanto a la manera en que la Sra. White trataba a sus hijos:
“Durante una cantidad de años, la madre de ellos había pasado mucho tiempo leyéndoles
los sábados de su gran cantidad de selecciones escogidas de temas religiosos y morales,
una selección de los cuales publicó hace poco en su libro titulado
Sabbath Readings
(Lecturas para el sábado). El hecho de leerles antes de que pudieran leer con rapidez, les
comunicó un amor por la lectura de cosas útiles, y pasaban muchos momentos desocu-
pados, especialmente durante el sábado, fuera de las horas de la escuela sabática y las
reuniones, hojeando buenos libros de los cuales estaban bien provistos”.
An Appeal to the
Youth, 19
.
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Las comidas de los sábados en la casa de los White, en los años posteriores, fueron
descritas por su nuera en una declaración fechada el 16 de octubre de 1949, de la siguiente
manera:
Como nuera de la Sra. E. G. White, yo fui miembro de su familia durante algo más de
un año; y estuve a menudo en su casa y viajé con ella por un período de veinte años. Se
me han hecho preguntas en cuanto a las comidas del sábado en la casa de ella.
“El viernes, día de preparación, se hacía una preparación tan completa como fuera posible,
para las comidas del sábado. El sábado, se servían calientes tanto el desayuno como
la cena, pues el alimento se calentaba inmediatamente antes de comer. Se evitaba todo
trabajo innecesario en sábado; pero la Sra. White nunca consideró como una violación
de la debida observancia del sábado atender las comodidades comunes de la vida, como
encender el fuego para calentar la casa o para calentar los alimentos”.—
Firmado:
Sra. de
W. C. White.
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Léase
Joyas de los Testimonios 3:25, 26
.
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