Página 289 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Enseñando la reforma pro salud en la familia
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El instar a los hijos a comer en exceso
Por otra parte parecéis temer que cuando vuestros hijos estén
en la mesa no coman suficiente, y los instáis a comer y beber. No
necesitáis tener la menor preocupación y manifestar la ansiedad que
habéis tenido de que no coman suficiente. Sus pequeños estómagos
no son grandes, y no pueden contener una gran cantidad. Por esta
razón es mucho mejor dejar que tengan tres comidas en vez de dos.
Si les permitís tomar una gran cantidad de alimento en una comida,
sentáis la base para ensanchar sus estómagos, lo cual resulta en
dispepsia.
El comer y beber lo que no les es agradable no es sabiduría. Y
de nuevo: estad seguros de colocar delante de ellos precisamente
los alimentos que queréis que consuman. Lo que constituye una
cualidad saludable para ellos es saludable para vosotros. Pero la
cantidad de alimentos, aun saludables, debe ser cuidadosamente es-
tudiada, de manera que no se introduzca en el estómago una cantidad
demasiado grande en una sola comida. Debemos ser temperantes
nosotros mismos en todas las cosas, si queremos impartir las debidas
lecciones a nuestros hijos. Cuando sean de más edad, cualquier falta
de consideración de vuestra parte llega a hacerse notable.—
Carta
[337]
12, 1884
.
No establezcáis una regla única
No debe permitirse comer nada entre comidas. Yo he tomado
dos comidas por día durante los últimos veinticinco años. No uso
mantequilla, pero algunos de los que trabajan conmigo y que se
sientan a mi mesa comen mantequilla. Ellos no pueden tomar leche,
porque se les agría en el estómago, mientras que pueden tolerar una
pequeña cantidad de mantequilla.
No podemos regular el asunto del régimen alimentario estable-
ciendo una regla única. Algunos pueden comer frijoles y arvejas
secas, pero para mí esos alimentos me resultan intolerables. Son
como venenos. Algunos tienen apetito y gusto por ciertas cosas, y las
asimilan bien. Otros no tienen apetito por esos alimentos. De manera
que no puede hacerse una regla única para todos.—
Manuscrito 15,
1889
.
[338]