Página 318 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Capítulo 43—El desaliento
Elena G. de White tuvo sentimientos de desaliento
¿Me pregunta Ud. por qué se despierta por la noche y se siente
rodeado de tinieblas? Muchas veces yo misma siento lo mismo. Pero
estos sentimientos de desaliento no significan que Dios lo abandonó
a Ud. o a mí... Los sentimientos de tristeza no son ninguna evidencia
de que las promesas de Dios son nulas.
Ud. analiza sus sentimientos, y porque la perspectiva no es total-
mente brillante empieza a ceñirse en forma más estrecha el manto
del abatimiento en torno a su alma. Mira dentro de Ud. mismo y
piensa que Dios lo está abandonando. Ud. debe mirar a Cristo...
Al entrar en comunión con nuestro Salvador entramos en la
región de paz... Debemos poner constantemente la fe en ejercicio, y
confiar en Dios cualesquiera sean nuestros sentimientos... Debemos
tener buen ánimo, sabiendo que Cristo ha vencido al mundo. En el
mundo tendremos tribulación, pero tendremos paz en Cristo Jesús.
Hermano mío, aparte su mirada de Ud., y mire a Jesús que es su
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único ayudador.—
Carta 26, 1895
.
Consejo a una hermana desalentada
En mi experiencia cristiana he pasado por el terreno que ahora
Ud. está recorriendo. Parecía que estaba atada con cadenas de de-
sesperación. Cuando era apenas una joven de doce años de edad,
durante meses me sentí completamente desvalida. Pero el Señor no
me permitió que permaneciera en esa condición. Me trajo por su
propia misericordia y gracia y me llevó a la luz. El la ayudará.
Aparte la vista de Ud. misma. No puede salvarse con ninguna
obra buena que pueda realizar. El Señor Jesús no ha determinado que
Ud. lleve el pecado. El no ha podido encontrar a ningún ser humano
ni angelical para que cargue el pecado. Cristo dice: “Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. ¿Cree
Ud. en las palabras de Cristo? El le pide: “Llevad mi yugo sobre
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