Página 414 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Mensajes Selectos Tomo 3
Nuestras vidas y la preparación final
Dios nos probará
—Nuestro Padre celestial nos probará antes
de darnos el bautismo del Espíritu Santo, para ver si podemos vivir
sin deshonrarlo.—
Carta 22, 1902
.
Todo lo imperfecto en nosotros será quitado
—Cuando termi-
nen nuestras faenas terrenales, y Cristo venga por sus hijos fieles,
brillaremos como el sol en el reino de nuestro Padre. Pero antes
de que venga ese tiempo, todo lo que sea imperfecto en nosotros
será quitado. Toda envidia, y celos, y malas sospechas, y todo plan
egoísta, habrán sido eliminados de la vida.—
Carta 416, 1907
.
Cuando se alcance la perfección de carácter
—¿Estamos lu-
chando con todas las facultades que Dios nos dio para alcanzar la
medida de la estatura de hombres y mujeres en Cristo? ¿Estamos
procurando su plenitud, conquistando una altura cada vez mayor,
en procura de la perfección de su carácter? Cuando los siervos de
Dios alcancen este punto, serán sellados en sus frentes. El ángel
registrador declarará: “Consumado es”. Serán completos en él los
que le pertenezcan por creación y por redención.—
Manuscrito 148,
1899
.
Se nos otorgará el don de una naturaleza más elevada
Cuando venga Cristo, él tomará a los que han purificado sus almas
por medio de la obediencia a la verdad... Esto mortal será vestido
de inmortalidad, y estos cuerpos corruptibles, sujetos a la enfer-
medad, serán transformados de mortales en inmortales. Entonces
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recibiremos el don de una naturaleza más elevada. Los cuerpos
de todos los que purifican sus almas obedeciendo la verdad, serán
glorificados. Ellos habrán recibido y creído plenamente en Cristo
Jesús.—
Manuscrito 36, 1906
.
Una visión vívida de sucesos futuros
El viernes (18 de enero de 1884) varios oyeron mi voz excla-
mando: “¡mirad, mirad!” Si yo estaba soñando o en visión, no lo
puedo decir. Yo dormía sola.
El tiempo de angustia estaba sobre nosotros. Vi a gente en gran
perplejidad, llorando y orando, rogando por el cumplimiento de las
seguras promesas de Dios, mientras los malos nos rodeaban por