Página 117 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

Basic HTML Version

Trabajo entre las iglesias
113
las buenas obras, sino que ha despertado su espíritu combativo para
repeler su severidad.
Si el hermano S hubiera caminado en la luz, no habría cometido
tantos errores serios. “El que anda de día, no tropieza, porque ve
la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque
no hay luz en él”.
Juan 11:9, 10
. La senda de la obediencia es la
senda de la seguridad. “El que camina en integridad anda confiado”.
Proverbios 10:9
. Camina en la luz, y “entonces andarás por tu camino
confiadamente, y tu pie no tropezará”.
Proverbios 3:23
. Aquellos que
no caminan en la luz tendrán una religión enfermiza, atrofiada. El
hermano S debiera sentir la importancia de caminar en la luz, aunque
eso signifique crucificar el yo. Es un esfuerzo serio, motivado por el
amor a las almas, que fortalece el corazón y desarrolla las gracias
cristianas.
Mi hermano, usted por naturaleza tiene un carácter independien-
te y altanero. Estima su capacidad para actuar más favorablemente
de lo que corresponde. Ora para que el Señor lo humille y lo ca-
pacite para su trabajo, y cuando él contesta su oración y lo somete
bajo el proceso de disciplina necesario para el logro del objetivo,
[124]
usted frecuentemente se deja llevar por las dudas y el desaliento,
y piensa que tiene razón para desanimarse. Cuando el hermano W
le hacía advertencias y lo refrenaba para que no se ocupara de las
dificultades de la iglesia, usted frecuentemente sentía que él lo estaba
reprimiendo.
Me fueron mostradas sus labores en Iowa. Se fracasó en forma
definida para reunir [a las almas] con Cristo. Usted distrajo, confun-
dió y esparció a las pobres ovejas. Tuvo celo, pero no según ciencia.
Sus labores no fueron con amor, sino con firmeza y severidad. Us-
ted fue exigente y dominante. No fortaleció a la [oveja] enferma
ni vendó a la lisiada. Su aspereza poco juiciosa empujó a algunos
fuera del redil que nunca podrán ser alcanzados y traídos de vuelta.
Las palabras dichas apropiadamente son como manzanas de oro
con figuras de plata. Las palabras inconvenientes son lo inverso. Su
influencia será como granizo desolador.
Usted se ha sentido inquieto, bajo restricción, cuando el hermano
W le ha hecho advertencias, lo ha aconsejado y reprobado. Usted
ha pensado que si pudiera actuar libremente y por su cuenta, podría
hacer una obra grande y buena. Pero la influencia de su esposa ha