Página 126 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
puesto en sus manos el dinero con el cual llevar adelante la gran obra
para la salvación de las almas por las cuales Cristo dejó su hogar, sus
riquezas, su gloria, y se hizo pobre para poder, mediante su propia
humillación y sacrificio, llevar a Dios muchos hijos e hijas de Adán.
En su providencia el Señor ha ordenado que la obra en su viña sea
sostenida por los medios confiados a las manos de sus mayordomos.
Un descuido de parte de ellos en responder a los llamamientos de la
causa de Dios para llevar adelante su obra muestra que son siervos
infieles e indolentes.
Se me habían mostrado algunas cosas referentes a la causa en
Vermont, pero más especialmente en Bordoville y sus alrededores.
Lo que sigue es del
Testimonio para la iglesia
, n
o
20:
“Hay una obra que debe cumplirse en favor de muchos que viven
en Bordoville. Vi que el enemigo estaba trabajando activamente
para conseguir sus objetivos. Hombres a quienes Dios ha confiado
recursos materiales han traspasado a sus hijos la responsabilidad
que el Cielo les ha asignado de ser mayordomos para Dios. En vez
de rendirle a Dios las cosas que son suyas, sostienen que todo lo
que tienen les pertenece, como si hubieran obtenido sus posesiones
mediante su propio poder, capacidad y sabiduría.
“Algunos colocan sus recursos más allá de su control ponién-
dolos en las manos de sus hijos. Su intención secreta es colocarse
en una posición donde no se sentirán responsables de dar de sus
bienes para esparcir la verdad. Los tales aman de palabra, pero no
de hecho y en verdad. No comprenden que lo que están manejando
es el dinero del Señor, no el suyo.
“Los padres deberían tener gran temor de confiar a los hijos los
recursos que Dios ha colocado en sus manos, a menos que tengan la
más segura evidencia de que sus hijos tienen mayor interés, amor
y devoción por la causa de Dios que la que poseen ellos mismos, y
que estos hijos serán más fervientes y celosos en promover la obra
de Dios, y más generosos para llevar adelante las diversas empresas
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vinculadas con ella que requieren recursos materiales. Pero muchos
ponen sus recursos en las manos de sus hijos, depositando así en
ellos la responsabilidad de su propia mayordomía, porque Satanás
los impulsa a hacerlo. Con ello, colocan esos medios en forma
efectiva en las filas del enemigo. Satanás trabaja en el asunto para