Página 173 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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La reforma pro salud
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nos demanda para que fomentemos su gloria. Entonces, ¿no somos,
en el peor sentido de la palabra, transgresores de la ley de Dios?
Pero Dios es todo compasión, benigno y tierno, y cuando viene la
luz para mostrar quiénes han perjudicado su salud mediante compla-
cencias pecaminosas, y ellos se convencen de pecado, se arrepienten
y buscan perdón, él acepta la ofrenda pobre que se le rinde y los
recibe. ¡Oh, cuán tierna es su misericordia que no rechaza el resto de
la vida mal usada del pecador sufriente, arrepentido! En su benigna
misericordia él salva a esas almas como por fuego. Pero en el mejor
de los casos, ¡qué sacrificio inferior, lastimoso, para ofrecer a un
Dios puro y santo! Las facultades nobles han sido paralizadas por
hábitos erróneos de complacencia pecaminosa. Las aspiraciones son
pervertidas, y el alma y el cuerpo, deformados.
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