Página 209 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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La iglesia de Battle Creek
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debía resplandecer sobre otros y ser nuevamente reflejada hacia Dios
por aquellos que reciben la verdad glorificándolo. Muchos en Battle
Creek tendrán una cuenta terrible que dar en el día de Dios por este
pecaminoso descuido del deber.
Muchos de los que profesan creer la verdad en Battle Creek
contradicen su fe con sus obras. Son como incrédulos, y se hallan
tan lejos de cumplir los requerimientos de Dios y de estar a la altura
de su profesión de fe, como estaba la iglesia judía en el tiempo
del primer advenimiento de Cristo. Si Cristo apareciera entre ellos,
reprobando y reprendiendo el egoísmo, el orgullo y el amor de la
amistad con el mundo, como lo hizo en su primer advenimiento,
sólo pocos lo reconocerían como el Señor de gloria. No recibirían
la descripción que él les presentaría de su descuido del deber, sino
que le dirían en su rostro: “Tú estás enteramente equivocado; hemos
hecho esto bueno y grande, y cumplido esta y aquella obra mara-
villosa, y tenemos derecho de ser altamente exaltados por nuestras
buenas obras”.
Los judíos no se sumieron en las tinieblas de repente. Fue una
obra gradual, hasta que no pudieron discernir el don de Dios al
enviarles a su Hijo. La iglesia en Battle Creek ha tenido ventajas
superiores, y serán juzgados por la luz y los privilegios que han
tenido. Sus deficiencias, su incredulidad, su dureza de corazón, y
su descuido en estimar y seguir la luz no son menos que los de los
judíos favorecidos por Dios, que rechazaron las bendiciones que
podrían haber aceptado y crucificaron al Hijo de Dios. Los judíos
son ahora un motivo de asombro y oprobio para el mundo.
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La iglesia en Battle Creek es como Capernaum, a la que Cristo
representa como siendo levantada hasta el cielo por la luz y los
privilegios que se le habían dado. Si la luz y los privilegios con los
que había sido bendecida hubieran sido dados a Sodoma y Gomorra,
estas ciudades podrían haber subsistido hasta hoy. Si la luz y el
conocimiento que ha recibido la iglesia de Battle Creek hubieran
sido dados a las naciones que están en tinieblas, podrían haber estado
mucho más adelantadas que esa iglesia.
La iglesia de Laodicea realmente creyó y disfrutó las bendiciones
del evangelio y pensaron que eran ricos en el favor de Dios, cuando el
Testigo Verdadero los llamó pobres, desnudos, ciegos y miserables.
Éste es el caso con la iglesia de Battle Creek y con una gran parte