Página 211 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Obra misionera
El 10 de diciembre de 1871 se me mostró que Dios cumpliría
una gran obra mediante la verdad si hombres devotos y abnegados
se entregaran sin reservas a la obra de presentarla a los que están
en tinieblas. Aquellos que tienen un conocimiento de la preciosa
verdad y que están consagrados a Dios debieran valerse de toda
oportunidad que se les presente para exponer con fuerza la verdad.
Los ángeles de Dios están obrando en los corazones y conciencias de
la gente de otras naciones, y almas honestas se sienten preocupadas
al presenciar las señales de los tiempos en la condición inestable de
las naciones. Se levanta la pregunta en sus corazones: ¿Cuál será
el fin de todas estas cosas? Mientras Dios y los ángeles están en
acción para impresionar los corazones, los siervos de Cristo pare-
cen dormidos. Sólo pocos trabajan en armonía con los mensajeros
celestiales. Todos los hombres y mujeres que son cristianos en el
pleno sentido de la palabra debieran ser obreros en la viña del Señor.
Debieran estar completamente alertas, trabajando celosamente por la
salvación de sus semejantes, y tendrían que imitar el ejemplo que el
Salvador del mundo les ha dado en su vida de abnegación, sacrificio,
y trabajo fiel e intenso.
Ha habido poco espíritu misionero entre los adventistas observa-
dores del sábado. Si los ministros y el pueblo estuvieran suficien-
temente despiertos, no descansarían en forma indiferente mientras
Dios los ha honrado haciéndolos depositarios de su Ley al imprimir-
la en sus mentes y escribirla en sus corazones. Estas verdades de
importancia vital han de probar al mundo; y sin embargo en nuestro
propio país hay ciudades, villas y pueblos que nunca han oído el
mensaje de amonestación. Jóvenes que se sienten impresionados por
las apelaciones que se han hecho pidiendo ayuda en esta gran obra
de hacer avanzar la causa de Dios, dan algunos pasos de progreso,
pero no asumen la carga de la obra lo suficiente como para lograr
lo que podrían. Están dispuestos a hacer una obra pequeña que no
requiere esfuerzo especial. Por lo tanto no aprenden a depender
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