Página 214 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
verdad a otros y levantar nuevas iglesias; por lo tanto todos deben
trabajar, y cultivar al máximo los talentos que Dios les ha dado,
y estar educando sus mentes para ocuparse en el servicio de su
Maestro. Si estos mensajeros son puros de corazón y en su vida, si
su ejemplo es lo que debiera ser, sus labores serán altamente exitosas;
porque ellos tienen una verdad sumamente poderosa, que es clara y
coherente, y que tiene en su favor argumentos convincentes. Tienen
a Dios de su lado y a los ángeles de Dios para trabajar con sus
esfuerzos.
La razón por la que muchos que predican la verdad han logrado
tan poco no es enteramente porque la verdad que llevan sea im-
popular, sino porque los hombres que llevan el mensaje no están
santificados por las verdades que predican. El Salvador retrae sus
sonrisas, y la inspiración del Espíritu no está sobre ellos. No es ma-
nifiesta la presencia y el poder de Dios para convencer al pecador y
limpiarlo de toda injusticia. Es inminente una destrucción repentina
sobre la gente, y sin embargo no se sienten alarmados ni temerosos.
Ministros no consagrados hacen muy difícil el trabajo para aquellos
que los siguen y que tienen sobre sí la carga y el espíritu del trabajo.
El Señor ha influido en personas que hablan otras lenguas y las
ha colocado bajo el poder de la verdad, con el fin de capacitarlos
para que trabajen en su causa. Los ha puesto al alcance de la oficina
de publicaciones, para que sus administradores pudieran valerse de
sus servicios si fueran conscientes de las necesidades de la causa.
Se necesitan publicaciones en otros idiomas para suscitar interés y
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un espíritu de investigación en otros países.
El Señor obró de una manera notable en el corazón de Marcus
Lichtenstein y dirigió el camino de este joven hacia Battle Creek
para que allí pudiera ser colocado bajo la influencia de la verdad y
convertirse, a fin de que pudiera obtener una experiencia [valiosa] y
unirse a la oficina de publicaciones. Su educación en la religión judía
lo habría calificado para preparar publicaciones. Su conocimiento
de hebreo habría sido una ayuda en la oficina en la preparación
de publicaciones mediante las cuales se pudiera tener acceso a una
clase [de público] que de otro modo no podría alcanzarse. No fue un
talento inferior el que Dios dio a la oficina en la persona de Marcus.
Su conducta y rectitud estaban en armonía con los principios de las
maravillosas verdades que él estaba comenzando a ver y apreciar.