Página 223 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Efecto de las discusiones
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se han endurecido tanto al escoger las tinieblas antes que la luz, que
sienten que es una virtud en ellos, a fin de obtener su objetivo, dar
falso testimonio o rebajarse para cometer casi cualquier tipo de sub-
terfugio o engaño, como hicieron los judíos en su rechazo de Cristo.
Razonan que el fin justifica los medios. Virtualmente crucifican la
Ley del Padre, como los judíos crucificaron a Cristo.
Nuestro trabajo debiera abarcar toda oportunidad para presentar
la verdad en su pureza y sencillez donde hay algún deseo o interés
para oír las razones de nuestra fe. Aquellos que se han explayado
mayormente en las profecías y en los puntos teóricos de nuestra fe
debieran sin demora convertirse en estudiantes de la Biblia sobre
temas prácticos. Debieran tomar un sorbo más profundo en la fuente
de la verdad divina. Debieran estudiar cuidadosamente la vida de
Cristo y sus lecciones de piedad práctica, dadas para beneficio de
todos y para que sean la norma del correcto vivir para todos los
que crean en su nombre. Debieran estar imbuidos con el Espíritu
de su gran Ejemplo y tener un alto sentido de la vida sagrada de un
seguidor de Cristo.
Cristo enfrentó el caso de cada clase [de personas] en los temas
y en la manera de su enseñanza. Comió y se hospedó con los ricos y
los pobres, y se familiarizó con los intereses y ocupaciones de los
hombres, para poder ganar acceso a sus corazones. Los instruidos y
los más intelectuales se complacían y encantaban con sus discursos,
y sin embargo eran tan claros y sencillos como para ser entendidos
por las mentes más humildes. Cristo se valió de toda oportunidad
para instruir a la gente sobre esas doctrinas y preceptos celestiales
que debían incorporarse a sus vidas y que los distinguirían de todos
los demás religiosos debido a su carácter santo y elevado. Estas
lecciones de instrucción divina no se presentan como se debería para
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llegar a las conciencias de los hombres. Estos sermones de Cristo
les proporcionan a los ministros que creen en la verdad presente
discursos que serán apropiados para casi cualquier ocasión. Éste
es un campo de estudio para el estudiante de la Biblia, en el cual
no puede interesarse sin tener en su propio corazón el Espíritu del
Maestro celestial. Aquí hay temas que Cristo presentó para todas las
clases sociales. Miles de personas de todo tipo de carácter y de cada
estrato de la sociedad se sintieron atraídas y encantadas con el tema
que les era presentado.