Página 228 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos,
el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado”.
1
Samuel 17:45
. David le dice a Goliat que en el nombre del Señor él
le hará las mismas cosas que Goliat había amenazado hacer a David.
“Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada
[244]
y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os la entregará en
nuestras manos”.
vers. 47
.
Nuestros ministros no debieran desafiar ni provocar discusiones.
Que los desafíos estén en el lado de los opositores de la verdad
de Dios. Se me mostró que el hermano K y otros ministros han
asumido en demasía el papel de Goliat. Y luego, después que se han
atrevido y provocado la discusión, han confiado en sus argumentos
preparados, como Saúl quería que David confiara en su armadura.
No han confiado en el Dios de Israel, como el humilde David, ni
han hecho de él su fuerza. Han salido confiados en ellos mismos y
jactanciosos, como Goliat, engrandeciéndose orgullosamente y no
ocultándose detrás de Jesús. Sabían que la verdad era fuerte, y por
lo tanto no humillaron sus corazones ni confiaron con fe en Dios
para darle la victoria a la verdad. Se entusiasmaron y perdieron su
equilibrio, y frecuentemente las discusiones no han tenido éxito, y el
resultado ha sido un daño para sus almas y para las almas de otros.
Se me mostró que algunos de nuestros jóvenes ministros se están
apasionando por los debates, y que, a menos que vean su peligro,
esto será una trampa para ellos. Se me mostró que el hermano
L está en gran peligro. Está educando su mente en la dirección
equivocada. Está en peligro de ponerse por encima de la sencillez
de la obra. Cuando se ponga la armadura de Saúl, si tiene como
David la sabiduría de dejarla a un lado porque no la ha probado,
puede recuperarse antes de ir demasiado lejos. Estos predicadores
jóvenes debieran estudiar las enseñanzas prácticas de Cristo, como
también las teóricas, y aprender de Jesús, para que puedan tener su
gracia, su mansedumbre, su humildad de mente y su modestia. Si
al igual que David, son puestos en una posición donde la causa de
Dios realmente les demanda que enfrenten a un retador de Israel,
y si van adelante en la fuerza de Dios, confiando enteramente en
él, él los ayudará a superar el desafío y hará que su verdad triunfe
gloriosamente. Cristo nos ha dado un ejemplo. “Cuando el arcángel
Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de