Página 252 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Un excesivo amor de ganancias
Hermano S, el 10 de diciembre de 1871 se me mostró que hay
serios defectos en su carácter, los cuales, a menos que sean vistos
y vencidos, resultarán ser su ruina; y usted no sólo será pesado en
las balanzas del santuario y hallado falto, sino que su influencia
determinará el destino de otros. O usted está recogiendo con Cristo
o está desparramando.
Se me mostró que usted tiene una pasión profundamente arrai-
gada por el mundo. El amor al dinero es la raíz de todos los males.
Usted se ufana de estar cerca de lo correcto, cuando no lo está. Dios
ve no como el hombre ve. Él mira el corazón. Sus caminos no son
nuestros caminos, ni sus pensamientos, nuestros pensamientos. Su
gran afán y ansiedad es adquirir recursos materiales. Esta pasión
absorbente ha ido aumentando en usted hasta que está teniendo
más preponderancia que su amor por la verdad. Su alma se está co-
rrompiendo a través del amor al dinero. Su amor por la verdad y su
progreso es muy débil. Sus tesoros terrenales demandan y retienen
sus afectos.
Usted tiene un conocimiento de la verdad; no es ignorante de los
reclamos de la Escritura; usted conoce la voluntad de su Maestro
porque él la ha revelado claramente. Pero su corazón no está incli-
nado a seguir la luz que brilla en su camino. Usted tiene una gran
medida de arrogancia. Su amor por el yo es mayor que su amor por
la causa de la verdad presente. Su confianza propia y su autosufi-
ciencia ciertamente resultarán ser su ruina a menos que pueda ver su
debilidad y sus errores, y se reforme. Usted es arbitrario. Tiene una
voluntad propia firme que mantener, y aunque las opiniones de otros
puedan ser correctas, y sus juicios erróneos, usted es un hombre que
no cede. Mantiene firmemente la opinión que ha expuesto, sin tener
en cuenta el juicio de otros. Cómo quisiera que viese el peligro de
continuar la trayectoria que ha estado siguiendo. Si sus ojos pudie-
ran ser iluminados por el Espíritu de Dios, usted vería estas cosas
claramente.
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