Página 286 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

Basic HTML Version

Elías reprende al rey Acab
El pueblo de Israel había perdido gradualmente su temor y reve-
rencia hacia Dios hasta que no le dieron importancia a su palabra
dada mediante Josué. “En su tiempo [de Acab] Hiel de Bet-el reedi-
ficó a Jericó. A precio de la vida de Abiram su primogénito echó
el cimiento, y a precio de la vida de Segub su hijo menor puso sus
puertas, conforme a la palabra que Jehová había hablado por Josué
hijo de Nun”.
1 Reyes 16:34
.
Mientras Israel estaba apostatando, Elías permanecía como un
profeta de Dios leal y verdadero. Su alma fiel se angustiaba grande-
mente al ver que la incredulidad y la infidelidad estaban separando
rápidamente a los hijos de Israel de Dios, y oraba que Dios salvara
a su pueblo. Imploraba que el Señor no desechara completamen-
te a su pueblo pecador, sino que los despertara al arrepentimiento
aunque fuese necesario mediante juicios y que no les permitiera ir
todavía a mayores extremos en el pecado, provocando así a Dios
para destruirlos como nación.
Elías recibió el mensaje del Señor de ir ante Acab para denunciar
los juicios de Dios a causa de los pecados de Israel. Elías viajó
día y noche hasta que llegó al palacio de Acab. No solicitó ser
admitido en el palacio, ni aguardó que se lo anunciara formalmente.
En forma completamente inesperada para Acab, Elías comparece
ante el asombrado rey de Samaria con la burda vestimenta usada
generalmente por los profetas. No pide disculpas por su abrupta
aparición, sin ser invitado; pero, levantando sus manos al cielo,
afirma solemnemente por el Dios viviente que hizo los cielos y la
tierra, los juicios que vendrían sobre Israel: “No habrá lluvia ni rocío
en estos años, sino por mi palabra”.
1 Reyes 17:1
.
Esta sorprendente denuncia de los juicios de Dios debido a
los pecados de Israel cayó como un rayo sobre el rey apóstata.
Parecía estar paralizado de asombro y terror; y antes que el rey
pudiera recuperarse de su sorpresa, Elías, sin aguardar para ver el
efecto de su mensaje, desapareció tan abruptamente como había
[304]
282